La tarde de ayer fueron hallados los cadáveres de Nirsa Rojas, de 40 años, y de su nieto Keiberth Pimentel, de 4. Estaban en una de las habitaciones del apartamento donde vivían y presentaban múltiples puñaladas. Ambos cuerpos habían sido tapados con sábanas, publica El Universal.
DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA | EL UNIVERSAL
Familiares dijeron que el último contacto que tuvieron con la mujer fue el 2 de enero, después no supieron nada de ella.
Fue ayer cuando llegaron al edificio de la Misión Vivienda, conocido como Madre Tierra, ubicado en Los Jardines de El Valle, luego de la alerta de varios vecinos que se percataron de un olor nauseabundo que salía del apartamento en el piso 9.
Los parientes tumbaron la puerta y observaron que todo estaba desordenado. Los cuerpos estaban en la habitación ya en proceso de descomposición.
Los homicidas se llevaron un televisor gigante y el vehículo de la mujer, un Toyota Starlet negro.
Tras la investigación realizada por funcionarios policiales, se conoció que los responsables ya están identificados, y se trata de dos sujetos habitantes de la misma torre.
Esos mismos jóvenes habían asesinado hace dos años al hijo de Nirsa en un refugio de Fuerte Tiuna, donde vivían todos.
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