Muy alegres, estaban los ciudadanos, que se reunieron a tempranas horas de la mañana en los alrededores del Centro Comercial Parque Aragua. El motivo, el viaje a Caracas para apoyar a los 112 diputados demócratas que ese día asumirían sus cargos en la Asamblea Nacional.
En todos, los allí presentes, se notaba la esperanza de cambio que recorre al país. Banderas, gorras y franelas alusivas a la fiesta democrática, eran exhibidas con orgullo por los hombres y mujeres que esperaban la llegada de los autobuses.
Al abordar, las unidades de transporte, uno de los integrantes, asumiendo el papel de coordinador, se dirigió muy serio a los pasajeros para darles las indicaciones o normas que se deberían seguir durante el trayecto:
– Guarden las gorras tricolores.
– Enrollen las banderas
– No gritemos consignas
– Coloquen sus nombres y numero de cedula en el listín.
De inmediato, los pasajeros mostraron en primer lugar, sorpresa por lo que estaban escuchando y de inmediato solicitaron explicación.
Todo esto, señaló el coordinador, es para evitar que en los puestos de control de la guardia bolivariana, que han colocado en la autopista nos vayan a detener e impedir que lleguemos a la capital de la republica. Si esto llegase a ocurrir, debemos decir que ¡¡¡Vamos, a una convención evangélica a celebrarse en el Hotel Ávila!!!
Al escuchar, aquella versión de sincretismo Político-religioso, los pasajeros pasaron del asombro a la jodedera.
– Hermano Cachupa, como te sientes.
-Del carajo, hermano Cocó
– Tranquilos todos, dijo el Chino Sánchez….el hermano Jesús nos acompaña en este viaje, refiriéndose a un profesor que iba a su lado.
– Nancy, gritó a todo gañote “No joda, y como van a creer los guardias que somos evangélicos, si el chofer lleva a todo volumen un reguetón”.
El coordinador, intervino para decir que el radio se apagaría antes de llegar al puesto de control.
Dicho y hecho, un poco más allá de Tejerías, estaba una alcabala de la guardia y para sorpresa de todos, una señora que estaba sentada en los puestos delanteros del autobús, se paro y comenzó a cantar “ Oh señor / te alabaré / te alabaré…..y todos le seguimos la corriente transformando a los pasajeros en un coro celestial con palmadas incluidas.
No hubo necesidad de entregar el listín o explicarles nada a los guardias. Inmediatamente nos dijeron “circulen, circulen”……se podrán imaginar, la jodedera que siguió a aquel acontecimiento.
Pero, siempre hay un pero. Al llegar a Tazón, la guardia ordenó la detención del autobús. “Párense a la derecha” fue la orden tajante….y acto seguido se monto un guardia con cara de perro a revisarnos….de nada valió el canto “Oh señor / te alabaré” que era entonado con la mayor fuerza de vocalización y palmadas posibles…..pero el guardia seguía con su cara de perro.
A la esposa del Chino, se le ocurrió, levantarse de su asiento y con cara angelical, decirle al gendarme “Cristo te ama”….pero que va, el tipo seguía con su cara amarrada. Al ver aquello, la señora que dirigía el coro, intempestivamente se levantó, abrió sus brazos en cruz y mirando al soldado le dijo “Cristo llegó……a la Asamblea Nacional….Viva Venezuela” y se produjo el milagro…el cara e perro, se bajó del autobús con el rabo entre las piernas.
Al llegar a la Hoyada, la delegación de Aragua marchó orgullosa a expresar su apoyo a la Unidad Democrática y a disfrutar el haber superado las dificultades del viaje con el realismo mágico del sincretismo político-religioso.