La concejal del municipio Valencia, Judith Sukerman, rechazó el anuncio hecho el pasado 7 de enero por el alcalde de Caracas y vicepresidente del Psuv, Jorge Rodríguez, de llenar las calles y avenidas de afiches del ex presidente Hugo Chávez, debido a la crítica situación económica en la que se encuentra el país, especialmente en el ramo alimentario y de salud.
Nota de prensa
“Si hacemos un cálculo muy conservador, nos damos cuenta que cada pendón tiene un costo de 6 mil bolívares aproximadamente. Si evaluamos la cantidad de afiches como para llenar una ciudad grande, estaríamos hablando de más de 100 mil pendones, que representarían un gasto de 600 millones de bolívares. Con ese dinero se puede comprar, a precio regulado, más de 1 millón 400 mil cartones de huevo, unos 10 millones de kilos de pollo y más de 2 millones 727 mil kg de carne”, manifestó Sukerman.
La edil por Proyecto Venezuela enfatizó que el presupuesto nacional está siendo afectado por la tendencia a la baja de los precios del petróleo venezolano, por lo que resulta verdaderamente difícil comprender la razón por la que el Ejecutivo priorice en una inversión de características propagandísticas, en vez de enfocar esfuerzos en una salida eficiente a la situación económica venezolana.
“¿Cuántos personas que están en una delicada situación de salud pudieran salvar sus vidas con un presupuesto como este?, ¿Cuántos pacientes de cáncer, que no consiguen medicamentos en las farmacias, pudieran pagar su quimioterapia con un monto similar?”, cuestionó la concejal.
Sukerman agregó- además- que el monto empleado en el empapelamiento de las calles y avenidas de propaganda política, pudiera también ser empleado en el equipamiento de las policías del país, para optimizar los órganos de seguridad ciudadana. Resaltó que en el caso de Carabobo, el año cerró con casi 2 mil muertes violentas.
Destacó que el reclamo de la ciudadanía por la decadencia cada vez mayor de la situación doméstica de los venezolanos es vieja, pero el Ejecutivo sigue estancando su accionar en asuntos políticos y no en las verdaderas afectaciones de los ciudadanos.