Rafael Guerra, vicepresidente del Consejo Superior del Turismo (Conseturismo), dijo que las estadías largas en asuetos son cosa del pasado.
Al hacer un balance preliminar de la temporada alta de Navidad y Año Nuevo, dijo que los viajeros venezolanos recortaron sus estancias en la mayoría de destinos nacionales que suelen visitar de entre 7 y 10 a entre 4 y 5 días y destacó que por estos días de escasez y de alta inflación la alimentación destaca como un factor de peso a la hora de tomar vacaciones por lo costosa que resulta.
La temporada que recién culmina solía ser de viajes largos, pero -según Guerra- el abastecimiento afectó y en muchos casos la gente prefirió hospedarse en lugares donde tuviera oportunidad de cocinar para abaratar costos.
Señaló que, a pesar de la poca disponibilidad de asientos en vuelos hacia Margarita, en la semana del 24 de diciembre la ocupación hotelera en la isla fue de 65%, mientras que en los últimos días del año y la primera semana de 2016 el indicador subió a 90%.
En el caso de Mérida, resaltó que las visitas a parques temáticos famosos como La Venezuela de Antier cayeron entre 20% y 25% en comparación con la misma temporada pasada.
Pietro Caschetta, presidente de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), dijo que, si bien no ha recibido los informes completos, la temporada estuvo un poco floja.
Aseguró que la menor disponibilidad de vuelos afectó la ocupación hotelera en los destinos turísticos más demandados.