Violentos combates se registraron este sábado en el norte y este de Siria donde fuerzas del régimen, apoyadas por la aviación rusa, enfrentan al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que abatió al menos a 135 personas entre efectivos progubernamentales y civiles en Deir Ezor (este).
AFP
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, revisó al alza el anterior saldo de muertos en Deir Ezor, precisando que al menos 85 civiles y medio centenar de combatientes murieron en los suburbios del norte de la ciudad.
“Al menos 135 personas perecieron durante este ataque del EI, entre las cuales unos 85 civiles y soldados del régimen sirio y combatientes de las milicias progubernamentales”, afirmó a la AFP el director de esta ONG, Rami Abdel Rahman.
Precedentemente, el OSDH había brindado un balance de 75 combatientes pro-Damasco abatidos.
Paralelamente, en la provincia de Alepo (norte), no menos de 16 combatientes yihadistas resultaron muertos tras un ataque fallido contra una posición del régimen cerca de la ciudad de Al Bab, indicó el OSDH.
La televisión pública también informó que las fuerzas del régimen habían rechazado una ofensiva en esta región.
Los aviones rusos atacaron las posiciones yihadistas entre el aeropuerto militar de Kueiris, en manos del régimen, y Al Bab, según el OSDH, que dispone de una vasta red de fuentes en todo el país.
En los últimos días las fuerzas adictas al régimen progresaron hacia Al Bab, un bastión del EI, y retomaron varias aldeas de los alrededores. Actualmente se encuentran a menos de 10 km de esa ciudad, una distancia que no alcanzaban desde 2012.
Ubicada a 30 km al sur de la frontera con Turquía, Al Bab cayó en manos de los rebeldes en julio de 2012 y después del EI en noviembre de 2013.
Los combatientes progubernamentales intentan en particular cortar el acceso de los rebeldes a Alepo, segunda ciudad de Siria, que está dividida entre barrios controlados por el régimen (en el oeste) y por los rebeldes (los del este).
“Con esta operación, el ejército intenta ampliar su zona de seguridad alrededor de la ciudad” de Alepo, e impedir a los rebeldes reaprovisionarse en sus cercanías, explicó a la AFP una fuente de seguridad.
Según un comandante de las fuerzas progubernamentales, el régimen lucha actualmente en siete frentes diferentes en la provincia de Alepo.
Así, el gobierno espera debilitar al EI, que controla parte de esta provincia, vecina de la de Raqa, cuya capital es ‘de facto’ también la del grupo yihadista.
“Las fuerzas del régimen tienen un plan preciso para separar el territorio que controla el EI en (la provincía de) Alepo del que éste tiene en Raqa”, subrayó Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
En la ciudad de Raqa, precisamente, “al menos 16 personas fueron muertas, entre las cuales civiles, y 30 resultaron heridas durante los ataques contra sus barrios y alrededores”, agregó, sin precisar si se trataba de bombardeos de la aviación rusa o de la coalición internacional liderada por Washington.
– Importantes bajas –
En dificultades durante el verano (boreal) pasado, las fuerzas de Bashar al Asad reanudaron su ofensiva desde el 30 de setiembre, merced a la intervención de Rusia, fiel aliado de Damasco, que ha lanzado desde entonces miles de ataques aéreos.
Algunas operaciones han tenido un éxito real, como la toma de Salma, cuartel general de los rebeldes islamistas y del Frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaida, en las montañas de Latakia (noroeste).
Pero el EI es aún capaz de infligir derrotas al régimen y este sábado mató a 85 civiles y medio centenar de soldados y combatientes de milicias progubernamentales, en una ofensiva en varios frentes en la ciudad de Deir Ezor (este), según el OSDH.
La ONG afirma que la organización yihadista avanzó en el norte de la capital dividida de la provincia petrolera del mismo nombre y tomó un suburbio de la misma, Al Baghaliyeh, lo que le permite ahora controlar el 60% de toda la aglomeración.
La agencia oficial siria Sana afirmó por su parte que las tropas del régimen rechazaron un ataque del EI en la zona alrededor de Al Baghaliyeh, y provocó “numerosas bajas” al grupo.
Damasco controla aún porciones de la ciudad y un aeropuerto militar cercano, a pesar de los frecuentes ataques del EI.