Tal vez sea la falta de costumbre, pero entre las novedades que supone un Parlamento controlado por la oposición está el hecho infrecuente de ver a la cúpula chavista escuchando a sus adversarios obligados por las circunstancias. Luego de la intervención del presidente Maduro tomó la palabra el presidente de la Asamblea, el opositor Henry Ramos Allup. El opositor trató de mantener el mismo tono solemne que había prometido, pero fue imposible. Su intervención provocaba comentarios de la bancada chavista y de la alta jerarquía de la Fuerza Armada Nacional, que convirtieron el corolario de la plenaria en un intercambio informal con retazos de mucha guasa caribeña.
Alfredo Meza / El País
“Tápense los oídos o sálganse de la sala, porque yo voy a decir lo que tengo que decir”, avisó Ramos Allup a sus 54 adversarios, a los ministros y la claque que, desde las tribunas, ocupando el lugar reservado para los periodistas, silbaba y gritaba. El presidente del Parlamento respondió en líneas generales todas aquellas alusiones con las cuales Maduro criticó a la nueva legislatura. Ramos Allup sugirió que había ordenado sacar el retrato reciente del Libertador Simón Bolívar y los cuadros de Hugo Chávez por dos razones: el intento del relato oficialista de africanizar a un blanco indubitable como Bolívar y la inédita presencia de retratos de un presidente en los pasillos del Palacio Federal Legislativo. “Ni el Congreso de 1811 (año de la firma del acta de la independencia) lo hizo. Acá solo puede estar la pintura aprobada por el propio Libertador, la bandera y el escudo”.
Los aplausos de la bancada opositora, muy callada hasta el momento, retumbaron en el hemiciclo y se redoblaron cuando Ramos Allup avisó a los representantes de los poderes públicos sentados a su lado: “Que nadie se equivoque. Este es ahora un poder constitucional autónomo que va a debatir, controlar y legislar”. Ese tono retador, sin embargo, fue dando paso con el paso de los minutos un costado de la personalidad de Ramos menos ventilada y hasta generosa. “Si hay rectificación y diálogo sincero estamos dispuestos a sentarnos a conversar. Bienvenido el diálogo, pero que sea permanente”, avisó.
Así como Maduro empleó todo su tiempo para defender su cosmovisión del desarrollo de Venezuela, Ramos Allup aprovechó su intervención para insistir que el modelo chavista ha fracasado. “Allí están las cifras”, agregó. “Usted, presidente, heredó una difícil situación económica. Pongamos a poner los pies sobre la tierra y vamos a tratar de resolver entre todos nosotros el tremendo problema en el que estamos metidos”.
Para ello, el líder opositor le ha sugerido al Gobierno que haga un inventario de todas las empresas expropiadas u ocupadas por el Gobierno desde que Hugo Chávez calificó como socialista a su revolución bolivariana. “Así se podrá dar cuenta de la aterradora situación de esas compañías. Hay que hacer constricción de los pecados y tener propósito de enmienda”.
Ramos Allup se mostró dispuesto a estudiar el decreto de emergencia económica, pero avisó que solicitaría información a los ministros para poder evaluar su contenido a fondo. No se pronunció sobre el fondo de la propuesta, que será el gran tema de los próximos días en esta turbulenta Venezuela.