El ministro español en funciones de Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, expresó hoy la “preocupación” que tiene España por la situación en Venezuela ante el Consejo de Exteriores de la Unión Europea (UE). EFE
A petición del ministro español, la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, incluyó en el Consejo de hoy una alusión a la situación en Venezuela.
Mogherini basó su intervención, según fuentes comunitarias, en la declaración que hizo el pasado día 5 con motivo de la instalación de la Asamblea Nacional (Parlamento), que considero “clave para la democracia en Venezuela“.
Aseguró entonces que la Unión está dispuesta a reforzar sus relaciones con el país, y consideró que los diputados “pueden ahora participar de forma constructiva en el debate, el diálogo y, donde fuera necesario, en el consenso negociado sobre las propuestas que hagan frente a los desafíos económicos, sociales y de seguridad”.
Tras Mogherini intervino García-Margallo ante sus homólogos comunitarios, que no llegaron a celebrar un debate sobre el tema, según fuentes europeas.
En una rueda de prensa durante el Consejo, García-Margallo dijo que “los ministros de Asuntos Exteriores por práctica unanimidad” han decidido manifestar su preocupación por el conflicto entre la Asamblea Nacional y el Ejecutivo”.
También recordó que “la separación de poderes y el equilibrio institucional es una condición necesaria para el buen funcionamiento de un gobierno democrático” y que hay que “hacer un llamamiento a ambas partes a la moderación y al diálogo”, que consideró “clave para retomar una situación económica que es catastrófica y coordinar las actuaciones de la UE con los países clave en la región.”
“Se ha citado fundamentalmente a Brasil y Argentina aunque hay otros que también lo son, y los organismos regionales competentes en la materia, como Unasur y Mercosur”, concluyó.
Según explicó García-Margallo previamente, es una “buena noticia” y una “muestra de sensatez por parte de la oposición” venezolana el “aceptar la llamada desconexión de los tres diputados cuya legitimidad había sido cuestionada por el Tribunal” Supremo de Justicia (TSJ).
Añadió en su rueda de prensa posterior que la opositora Mesa de Unidad Democrática “sí tiene la mayoría suficiente para hacer lo que quiere hacer, que es la amnistía de los presos políticos”.
El pasado miércoles la Asamblea Nacional (Parlamento) venezolana, controlada por la oposición, acató un fallo del TSJ que ordenó la suspensión cautelar de tres opositores electos por el estado Amazonas, por cuya investidura había sido declarada en desacato.
“De lo que se trata es de que Gobierno y Asamblea respeten los papeles que tienen atribuidos en la Constitución, porque ése es el primer paso, el respeto al Estado de derecho, a la separación de poderes, para una auténtica reconciliación nacional”, comentó García-Margallo.
A su juicio, esa reconciliación nacional es a su vez “la condición necesaria para sacar a Venezuela de una situación económica que es auténticamente catastrófica en estos momentos”.
En su opinión, el Gobierno venezolano “ha hecho algunos movimientos que, como mínimo, crean preocupación”.
Se refirió en concreto al “nombramiento de magistrados” y a la “resurrección de un parlamento comunal que prácticamente no existía, la limitación de los mecanismos de control de la Asamblea e incluso la incapacitación o petición de incapacitación de estos tres diputados”.
“No son buenas señales”, consideró, y agregó que “la oposición sí ha hecho la buena señal, aceptar la decisión del Supremo, y espero que las dos partes, las fuerzas leales al chavismo y la Mesa de Unidad Democrática, que ha ganado las elecciones por una amplísima mayoría, sean capaces de entenderse”.