La canciller alemana, Angela Merkel, ha “tomado nota” de las críticas dentro de sus propias filas a su estrategia para enfrentar la crisis de los refugiados, pero mantiene su política, centrada en la búsqueda de una solución europea, combinada con medidas nacionales
EFE
Así lo aseguró hoy el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, quien señaló que en el encuentro con la canciller mantendrá con sus socios de Baviera esta semana -de donde proceden las críticas más duras-, insistirá en que tiene una “clara agenda de tareas nacionales y europeas”.
“El objetivo es claro. Queremos la integración de quienes tienen derecho a permanecer en Alemania y el pronto regreso a sus países de quienes no tienen perspectivas de quedarse”, dijo Seibert.
Ello implica medidas europeas, entre otras un refuerzo de la protección de la fronteras exteriores de la UE, y también mejorar el sistema de devolución de las personas a quienes se les rechace su solicitud de asilo.
Al final, esas medidas deben tener como resultado una reducción significativa del número de refugiados, lo que vienen exigiendo desde hace semanas los socios bávaros de Merkel, la Unión Socialcristiana (CSU), así como los sectores más conservadores de su propio partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU).
La líder de la CDU en el estado federado de Renania-Palatinado, Julia Gloeckner, insistió hoy antes de una reunión de la cúpula del partido que se necesitaba una “reducción clara” de la cifra de refugiados en el primer trimestre.
Gloeckner es la candidata de la CDU para las elecciones regionales que se celebrarán en marzo en Renania-Palatinado, donde ahora gobierna una coalición rojiverde presidida por la socialdemócrata Malu Dreyer.
Los comicios regionales de marzo, convocados también en los estados federados de Baden Württenberg y Sajonia-Anhalt, son una fecha clave para los críticos de Merkel, tal y como dio a entender hoy el expresidente de la CSU y excandidato a la cancillería Edmund Stoiber.
En una entrevista que publica el periódico “Süddeutsche Zeitung” Stoiber apuntó que su partido se mostrará reservado hasta marzo pero que, si hasta entonces Merkel no cambia su posición, se enfrentará a duras controversias.
También dentro del Partido Socialdemócrata (SPD) -socio minoritario de la gran coalición de gobierno presidida por Merkel- han aumentado la presión sobre Merkel ante los refugiados.
El presidente del SPD y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, ha dicho que a más tardar a comienzos del verano se debe haber llegado a una solución europea a la crisis, lo que ha sido interpretado por muchos como un ultimátum.
El año pasado entraron en Alemania cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo y se suceden los llamamientos de las autoridades regionales y municipales al Gobierno de Berlín ante la falta de recursos para afrontar la crisis. EFE