En Mayo del 2015 realizamos la advertencia de que el futuro de un país está muy ligado a su infraestructura y al manejo de la energía. Decíamos también que la experiencia de los últimos 16 años había sido catastrófica por la ineficiencia y la corrupción, ya que se habían invertido grandes sumas de dinero en la contratación de obras a precios superiores al valor del mercado, muchas de las cuales no habían sido terminadas a pesar de los inmensos ingresos que entraron por la venta de petróleo.
Por Ing. Eduardo Páez-Pumar H. / Asociación Integral de Políticas Públicas AIPOP
Al referirnos a los sectores energético, eléctrico y de suministro de agua, comentábamos que en temporadas de sequía es cuando más se experimenta el déficit de infraestructura. Entre estos tres sectores existe una relación mucho mayor de la que la gente se imagina. Cuando se registran apagones en el país, dejan de funcionar los sistemas de bombeo de agua, situación que se refleja en distintas ciudades, particularmente en Caracas. En cuanto al tema energético, comentábamos que a partir de mediados del 2014, Colombia suspendió el suministro de gas que alimentaba las plantas Rafael Urdaneta, Ramón Laguna y Termozulia, por lo que como el país demanda más gas de lo que produce, fue necesario alimentarlas con combustibles líquidos, los cuales escasean y debían ser utilizados para la exportación.
En enero 2016 el déficit de infraestructura continúa y la ineficiencia del gobierno es aún peor. Uno de los grandes problemas que tiene Maduro es que no se atreve a tomar medidas drásticas a tiempo, entre otras razones porque el origen de los problemas viene de la corrupción y de las malas políticas públicas implementadas desde la época de Chávez y porque estas medidas son antipopulares.
Nuevamente en el 2016 estamos sometidos a un período de sequía similar al del 2010, pero como ha ocurrido desde el año 2007, a pesar de la inmensa inversión realizada en el Sistema Eléctrico Nacional, no ha existido disponibilidad de generación para enfrentar la demanda eléctrica del país, demanda que incluso ha disminuido en los últimos años. Se repite el hecho de que por la alta indisponibilidad en generación termoeléctrica no se pudieron conservar las reservas de agua de los embalses hidroeléctricos.
Bajo estas circunstancias y ante el conocimiento de que el nivel del embalse de Guri viene cayendo por debajo de los mínimos históricos, el Gobierno debió haber iniciado, como lo hizo Chávez entre el 2009 y el 2010, un régimen de racionamiento eléctrico programado en todo el país. Por no haberlo hecho, el embalse ha continuado perdiendo nivel, y al 11 de enero de 2016 llegó a la cota 255,27 msnm. Si no se inicia de inmediato el racionamiento y el descenso se comporta de manera similar al 2010, se alcanzaría en Abril el nivel 240 msnm de las tomas que alimentan las 8 turbinas superiores de la Central Hidroeléctrica Simon Bolívar. Ello obligaría a detener las 8 turbinas para evitar daños, con lo cual se reduciría el caudal aguas abajo y bajaría la generación de Caruachi y de Macagua I, II y III.
Una situación similar viene ocurriendo con el agua para consumo humano. En el caso del Acueducto Metropolitano de Caracas, el embalse de Lagartijo está vacío y el embalse de Camatagua tiene el 30% de su capacidad, pero fue apenas el pasado 4 de Enero cuando se estableció el racionamiento y a pesar de ello Camatagua continúa bajando 10 cm diarios. El embalse de Canoabo está vacío y no hay agua para el acueducto de Puerto Cabello que surte también a Planta Centro, por lo que la termoeléctrica quedó fuera de servicio; la situación es tan grave que han tenido que contratar un buque cisterna. En Maracaibo el sistema Tulé-Manuelote de Hidrolago está también en condiciones críticas y se aumentó el racionamiento a cuatro días y medio semanales. Como el nivel de Guri está por debajo de la Torre-Toma que alimenta el acueducto de Upata, tendrán que instalar balsas-tomas, para poder suministrar agua a Upata. En Falcón algunos municipios tienen reserva de agua solo hasta Febrero……
La sequía proyectada para los primeros 4 meses del año 2016 será la segunda más grande desde 1950, por lo que es urgente iniciar el racionamiento eléctrico y aumentar el racionamiento de agua en toda Venezuela. De no hacerlo desde ahora, el país será sometido en abril a una paralización y a una crisis nunca vista que afectaría los sectores alimentario, salud, transporte, seguridad, agua potable e industria, los cuales de por sí actualmente están sumamente deteriorados.
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