José Machillanda: Cúpula militar claudicante, regresión y reconceptualización

José Machillanda: Cúpula militar claudicante, regresión y reconceptualización

La presentación el 15E en el Palacio Legislativo de de la Memoria y Cuenta del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo convocó a dos como Poderes cuya legitimidad de origen está sustentada en el Poder Comitente o poder natural.  Esta realidad muestra una cara incompleta y regresión del actual sistema político venezolano como consecuencia del relajamiento, falta de ética y responsabilidad histórica de una cúpula militar que devenida en Insolvente, actúa de forma Sumisa y termina siendo para esta fecha una Cúpula Claudicante. Claudicante por cuanto abandona su responsabilidad de gobierno del y lo militar  a lo interno de su  organización cautiva, y se pone al servicio de un régimen cooptado por el castrocomunismo.

 

La Cúpula Militar es el conjunto de Jefes Militares responsables por el gobierno del y lo militar del componente armado venezolano. Como gobierno es la responsable de la interpretación exacta de la Constitución de la República y el cuerpo de leyes que rigen el desempeño del componente armado del Estado además de sus vinculaciones con la sociedad y el resto de instituciones del segundo espacio del sistema político. La Cúpula Militar es, entonces, una institución de gobierno a lo interno del elemento armado, exigida en su preparación al máximo nivel en las Ciencias Militares, la Ciencia Política y con especial énfasis en la Ética Utens, Docens y de Compromiso. Todo lo precedente garantizará que el gobierno militar a lo interno de la organización y su vinculación con la sociedad sean acciones de sabios.

 

La sabiduría de la Cúpula Militar consiste entonces en respetar y hacer respetar la Constitución y la Ley Orgánica de la Fuerza Armada, comprender la historia militar y practicar la doctrina militar que emana de la tradición y los estudios sobre la guerra, las posibles amenazas y las complejas relaciones geopolíticas que afectan a la seguridad del Estado venezolano. La sabiduría es un obligatorio estadio de la Cúpula Militar, un requerimiento y una capacidad virtuosa que garantizaría a la institución militar, al gobierno legítimo y a los poderes -al igual que la sociedad- que se establezcan unas relaciones civil-militares consecuentes con la democracia, entendida como aquella ecuación donde las necesidades del individuo están por encima de las del Estado y la comunidad.

 

La sabiduría de la Cúpula Militar pareciera no estar presente en los últimos treinta años, en los cuales se aprecia en la misma un período de fragilidad, después insolvencia para caer en sumisa y mostrase el 15E como claudicante. Claudicante porque ha claudicado ante la tentación de ser gobierno. Claudicante por cuanto ha permitido el desvío en las funciones militares que le son propias. Claudicante porque opera de manera insegura en los asuntos militares que le atañen. Claudicante por cuanto ha sido penetrada por perversiones y amenazas propias de la economía paralela. Claudicante porque ha orillado la ética como virtud sustancial de quienes en función de mando deben dar el ejemplo de acuerdo a la norma que prescribe y proscribe. Claudicante por cuanto ha aceptado el regaño de un político de manera pública, notoria y comunicacional generando una situación de efervescencia, desmejorándose el entorno interno militar y potenciando la inestabilidad política en el país.

 

La Cúpula Claudicante está comprometida con el ambiente político real y la situación política complicada e inestable que hoy afecta al sistema político venezolano. Tal hecho muestra, entonces, una clara regresión de una organización otrora profesional, capaz de realizar operaciones conjuntas y combinadas para derrotar política y militarmente la guerrilla castrocomunista, contener la pretensión de la Corbeta Caldas de un gobierno colombiano irresponsable y mostrar un profesionalismo militar, aunque inacabado e imperfecto, que exhibía la imagen de una organización profesional con apresto operacional, responsabilidad ante la sociedad y créditos técnico-profesionales en su componente aéreo y naval en el espacio internacional.

 

La regresión de la Cúpula Claudicante compromete al sistema político, al gobierno, a la institución militar y a la sociedad. Compromete a estos cuatro importantes componentes de la vida política venezolana, por cuanto el entorno interno de la organización se balancea entre la irritabilidad y la tensión. La tensión militar impacta al ambiente político real, provoca desaciertos entre actores legítimos y el elemento armado, y entre poderes legítimos y la cúpula militar, esto último muestra una regresión en las relaciones entre quien tiene la responsabilidad de gobernar la República y la institución que debe garantizar la seguridad de la Nación y defesa del Estado. La defensa del Estado sólo y sólo es posible cuando hay armonía entre el poder legítimo, las ejecutorias del gobierno y un componente armado que se entiende vinculado a los poderes autónomos en sus ejecutorías, pero responsables históricos en separar la función del hombre con bocas de fuego y las decisiones geopolíticas del poder legítimamente constituido.

 

El enfrentamiento entre el Presidente de la Asamblea Nacional y la Cúpula Militar Claudicante obliga a una tarea de estadistas: frenar la regresión del componente armado venezolano y disponer de forma sabia –lo más pronto posible- el proceso de reconceptualización del estamento militar venezolano. Reconceptualización que irá de la mano del cambio político y apuntará  -necesariamente- a la reconstrucción de un Ejército profesional institución en la cual su liderazgo militar abrazará la capacidad técnica-militar, la corporatividad del cuerpo, apuntará a maximizar el liderazgo, practicará la ética y la responsabilidad que encierra el compromiso del hombre de armas con la defensa y rechazo cierto a inmiscuirse en la política y a regodearse con los gobiernos representantes del poder político.

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