La Justicia brasileña autorizó hoy a la presidenta del país, Dilma Rousseff, a declarar en calidad de testigo de la defensa del abogado Eduardo Gonçalves Valadão, uno de los 16 acusados por el supuesto pago de sobornos al Gobierno a cambio de ventajas tributarias.
EFE
El juez Vallisney de Souza Oliveira, del Décimo Juzgado Federal de Brasilia, permitió hoy a la mandataria responder por escrito a las preguntas formuladas por el abogado de Valadão o si lo prefiere, declarar en persona, informaron medios locales.
La presidenta, aunque no es acusada ni investigada en el caso, tendrá que dar explicaciones sobre su participación en la aprobación de las medidas con alicientes para el sector automotor, durante años uno de los pilares de la industria doméstica.
El proceso contra Valadão se enmarca en la denominada “Operación Zelotes”, como se conoce a la investigación contra un grupo de fabricantes de automóviles que habrían pagado coimas durante el gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para que aprobara incentivos fiscales que beneficiaron a montadoras de vehículos.
Dentro de la misma operación, la Justicia citó a declarar el próximo 25 de enero al expresidente Lula ante la Policía Federal, también como testigo, pero esta vez de la defensa del empresario Alexandre Paes dos Santos, otro de los acusados.
Sin embargo, Lula decidió presentarse de forma voluntaria y antes de la fecha marcada por lo que las autoridades podrían eludir la intimación al considerar que el ex jefe de Estado ya dio explicaciones.
La “Operación Zelotes” también investiga a las compañías automotrices por manipular a su favor los procesos del Consejo Administrativo de Recursos Fiscales (CARF), el departamento de la Receita Federal (fisco) encargado de multar a los defraudadores de impuestos.
Las irregularidades en los procesos del CARF, adscrito al Ministerio de Hacienda, son investigadas desde el pasado marzo y se han extendido a decenas de grandes empresas de diversos sectores.