Frente al grave daño y la descomposición social que se ha vivido y aun persiste en algunos países como Colombia, Honduras y México, entre otros, donde el narcotráfico ha pasado a ser pieza importante en la toma decisiones de esos países convirtiéndose en un problema grave y determinante en la vida económica, política y moral de esas naciones, es imperante que en Venezuela veamos esas experiencias como un espejo de lo que podría ocurrir aquí, si no actuamos con firmeza frente a este tema. Todavía estamos a tiempo de sacar a Venezuela del camino que va, porque hemos tenido un gobierno que con su silencio en esta materia, se ha hecho cómplice para que la mayoría de estas andanzas oscuras tengan un manto de impunidad, lo cual impulsa a estas mafias a seguir dañando no sólo nuestro presente sino que es impredecible el daño que esto podría ocasionar a generaciones futuras.
Tenemos un marco jurídico en materia de narcotráfico que es débil frente al gran monstruo que enfrentamos mundialmente, situación que nos obliga a blindarnos jurídicamente en dicha materia y establecer algunos cambios en esta legislación porque resulta incoherente que en nuestro país, tengamos privados de libertad a veinte mil jóvenes solo por consumo, mientras treinta pagan condena por distribución y venta de drogas, pero los grandes peces gordos de este gran negocio siguen actuando impunemente, frente a los ojos de un gobierno que no ha demostrado voluntad política para atender este asunto como debe ser y a pesar de muchas acciones acometidas como sacar a la DEA de nuestro país, organismos especialistas en esta materia alertan que por nuestro territorio podría estar transitando el 40% de droga que se consume en el mundo. Y en el caso interno de nuestro país, las estadísticas confirman que el 75% de los casos de violencia, crímenes y asesinatos están asociados al tema del consumo y la distribución de drogas.
Aquí se han hecho denuncias incluso de narcotraficantes señalando a algunos funcionarios que hoy ocupan posiciones importantes dentro del gobierno y nunca se ha investigado. Aquí a los que se denuncian no se investigan y después éstos terminan entregándose a la justicia internacional. Entonces, no podemos permitir que el gobierno mantenga un silencio al respecto, porque estaríamos cavando nuestra fosa hacía la perdición, tal y como ocurrió en Colombia en los tiempos de Pablo Escobar Gaviria y lo que ha acontecido en los últimos días con la recaptura del Chapo Guzmán en México, y donde se ha demostrado la vinculación de alcaldes, diputados, senadores y de gente del alto gobierno con estos narcotraficantes y cuando han querido actuar para enfrentarlos, la situación se les ha ido de las manos, porque detrás de todo esto hay acciones delincuenciales y mafias de alto calibre.
En Venezuela tenemos varios casos emblemáticos en materia de narcotráfico como es el del conocido narcotraficante Walid Makled, a quien se le ha señalado de tener alguna vinculación con el alto gobierno venezolano y quien denunció que pagó una alta vacuna a algunos altos enchufados de este gobierno para poder trabajar a sus anchas en nuestro país, y hasta ahora no se ha abierto una investigación al respecto, a pesar de que consigné ante la Fiscalía General de la República esta escabrosa denuncia y se hicieron de la vista gorda, convirtiéndose en cómplices por acción u omisión.
Desde esta nueva Asamblea Nacional vamos a hacer lo imposible para que Venezuela no se convierta en un Narco Estado, y más específicamente, en la Comisión de Contraloría, vamos a investigar a fondo el tema del narcotráfico y establecer las responsabilidades a que haya lugar, Sabemos que es un riesgo el que corremos porque estamos tocando tentáculos poderosos en una red internacional, pero el miedo debemos apartarlo, porque es un deber histórico, actuar sin máscaras frente a este oscuro negocio que compromete el futuro de nuestro país.
Por todas estas razones estamos obligados a abrir un debate no solo en la Asamblea Nacional sino en todos los sectores de la sociedad civil como la iglesia, las universidades, las ONG y todos los organismos interesados en enfrentar este flagelo trasnacional. No podemos permitir que la impunidad se siga imponiendo mientras el narcotráfico corroe y penetra en todos los estratos del Estado y de la sociedad. Ha llegado el momento de sumar voluntades para evitar situaciones tan lamentables como la ocurrida en Colombia con Pablo Escobar Gaviria, o más recientemente en México donde los cárteles del narcotráfico marcan la agenda política de esas naciones. Aquí vinimos a trabajar y en el nombre de la transparencia que se merece el pueblo venezolano vamos a darle a fondo contra el narcotráfico y la corrupción. Venezuela merece un mejor destino moral y eso empieza por la voluntad de enfrentar con seriedad estos temas que se empeñan en distorsionar el camino correcto a seguir.
Diputado a la Asamblea Nacional
Unidad Democrática
@ismaelprogreso