Apertura del año Judicial 2016: Avance en el retroceso, por María Auxiliadora Dubuc

Apertura del año Judicial 2016: Avance en el retroceso, por María Auxiliadora Dubuc

thumbnailMariaAuxiliadoraDubuc“La paz exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, Justicia, Amor y Libertad”

Juan Pablo II

El pasado viernes tuvo lugar en el Auditorio del  Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el Acto de Apertura del Año Judicial 2016, con la presencia de todos los poderes públicos excepto el legislativo, que por razones de diferencias protocolares decidió no asistir.





El evento comienza con una especie de Informe de Gestión 2015 de su Presidenta, Gladys Gutiérrez, quien indicó que el Poder Judicial enfrentó grandes retos, en la defensa de la institucionalidad y salvaguardando lo valores de la paz y convivencia interna y externa, al emitir decisiones y pronunciamientos apegados a la Constitución Nacional. Aseguró la magistrada:

“Nuestro compromiso con la nación y ante el colectivo es con este proceso de avance que se ha identificado y protagonizado con el pueblo en los últimos tres lustros y que tiene como propósito incrementar las conquistas alcanzadas y aumentar las capacidades de respuestas, en correspondencia con la confianza con la que se nos ha honrado”.

Asimismo, dio la bienvenida a los magistrados designados por la anterior Asamblea Nacional  y agregó que se cumplió “con la misión de la República” a través de la designación de estos magistrados “realizada en pleno ejercicio de la constitucionalidad para garantizar el funcionamiento de la justicia“.

Posteriormente cedió la palabra a la magistrada Mónica Misticchio, quien dio un discurso político ultraizquierdista pro gobierno, criticó al capitalismo salvaje, dijo defender a los pobres frente a los empresarios y deseó “suerte” a los nuevos magistrados designados por la Asamblea Nacional saliente, rechazó las críticas a las condiciones de los derechos humanos en Venezuela, expresó su apoyo al Parlamento Comunal y manifestó estar de acuerdo con la política alimentaria.

Finalmente, el discurso de Nicolás Maduro estuvo enmarcado en la presunta “guerra económica” así alabó la gestión del Tribunal Supremo de Justicia destacándose en su discurso varios aspectos fundamentales:

1.-  El Poder Judicial ha permitido superar todos los retos, en esta guerra contra Venezuela, respaldó su accionar ante las frecuentes intromisiones de naciones extranjeras en los asuntos internos de Venezuela ya que en los últimos tiempos “factores extranjeros han pretendido asumir las competencias de los jueces de la República” por lo que aplaudió su carácter independiente del imperialismo norteamericano.

2.-El Poder Judicial es el único árbitro que dirime todos los conflictos y tensiones que surjan,  alrededor de leyes, acciones políticas del Estado o del pueblo, debe haber una justicia justa apegada a las doctrinas humanistas.

3.- El Máximo Tribunal resolvió “la primera tensión” entre la recién juramentada Asamblea Nacional y el Ejecutivo Nacional, de manera favorable, la impugnación de los diputados del estado Amazonas  que declaró procedente la solicitud de amparo cautelar, por lo cual ordenó “de forma provisional e inmediata la suspensión de efectos de los actos de totalización, adjudicación y proclamación emanados de los órganos subordinados del Consejo Nacional Electoral respecto de los candidatos electos por voto uninominal, voto lista y representación indígena” tras los comicios del 6 de diciembre, orden que en su criterio fue desobedecida por la Asamblea al juramentar en su primera sesión ordinaria a los tres diputados por la MUD en la mencionada entidad, pero que en su opinión, afortunadamente y como debe ser, fue acatada, lo cual envió un mensaje muy claro del funcionamiento de la democracia.

4.- Defender la “dignidad y de pie el derecho a la soberanía a la paz y a la prevalencia de la Constitución y la legalidad interna en Venezuela por encima de las amenazas”

5.-  El TSJ convocará al Parlamento Comunal para que traigan sus propuestas de justicia de paz, de justicia comunal e incorporarlos al sistema de justicia nacional ya que los parlamentos comunales expresan la soberanía concreta de las comunidades y  del pueblo, así aseguro: “Sin lugar a dudas una de las grandes tareas es ir construyendo la nueva red de la justicia de paz, una causa que el Poder Moral Republicano ha asumido como suya, La Defensoría del Pueblo, la Fiscalía”.

Pasando a realizar un análisis del discurso en primer lugar debemos aclarar que el tema de la guerra económica y la intervención de potencias extranjeras en decisiones judiciales está francamente agotado y resulta cuando menos absurdo y ajeno a la mayoría de los ciudadanos de este país quienes no sentimos un ápice de confianza en el sistema de administración de justicia.

Con relación a la intervención sobre la incorporación o no de los diputados: aclaro igualmente porque los juramentaron.  Sencillamente porque  legalmente les correspondía, es decir, el CNE proclama los candidatos y acto seguido el deber de la Asamblea era proceder  su juramentación tal y como lo establece la Constitución y el Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea, de tal modo que no fue un capricho sino el cumplimiento de un deber legal y constitucional. Porque se desincorporan? Porque los propios diputados afectados, así lo solicitaron para poder defenderse judicialmente porque dicho sea de paso la decisión del TSJ se tomó sin garantizarles su legítimo derecho a la defensa.

Pero lo más abismante y preocupante de todo este discurso fue la desinformación con relación a los sistemas alternativos de resolución de conflictos, sistemas con rango constitucional.  El Parlamento Comunal tal y como está concebido en la Ley no forma parte de ningún sistema de justicia nacional porque no forma parte de sus competencias por lo que intentar incluir la figura allí, carece de sentido.

Por otro lado, con relación a la justicia de paz comunal que si es una jurisdicción especial dentro del Poder Judicial tiene una normativa particular consagrada en la Ley Orgánica de la Jurisdicción de Paz Comunal, de tal manera que los procedimientos de elección de los jueces se encuentran allí expresamente establecidos,  por lo que los jueces de paz comunales que fueron designados a dedo por el Tribunal Supremo de Justicia en el 2014, mas de 300 jueces de paz, sin la participación del pueblo y sin cumplir los extremos contenidos en la prenombrada ley, no tienen razón de ser.

El discurso tocó el tema de la elección de los magistrados del TSJ designados por la anterior Asamblea Nacional someramente pero firmes en el apoyo a su gestión que apenas comienza, sin embargo,  en mi criterio, a este respecto, existen a todas luces irregularidades en la designación que deben ser revisadas y consideradas, si de hacer justicia estamos hablando o si lo que queremos francamente es cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes.

Aquí la ley señores, entra por casa. Entre las irregularidades más obvias de estas designaciones tenemos:

  1. El Comité de Postulaciones debió estar constituido por representantes de la sociedad civil y lo fue por diputados y algunos representantes de ONGs y personas vinculadas con el PSUV.
    2. Cuando se inició el proceso había sólo 5 vacantes de suplentes y luego designaron 13 principales y 21 suplentes, vacantes producidas por presiones y amenazas de toda índole, es decir, las 5 vacantes son del proceso pasado porque se designaron como principales 5 suplentes y esos cargos no se pudieron proveer porque no estaban vacantes antes del inicio del proceso. Ahora hicieron lo contrario.
    3. La designación se produjo con prescindencia absoluta del procedimiento legalmente establecido y se violaron más de 20 normas de la CRBV, LOTSJ, Reglamentos: Interior y de Debates y Del Comité de Postulaciones.
    a) La convocatoria es por 30 días, se hizo indefinidamente.
    b) La impugnación es de 15 días no se permitió el lapso completo.
    c) Hubo cerca de 400 impugnaciones que no fueron revisadas, ni se oyó a los objetados, ni se les permitió probar nada, ni se decidieron.
    d) El comité no hizo la primera preselección y el poder ciudadano tampoco la segunda preselección. Ni el comité la tercera preselección.
    e) No se hizo ninguna de las cuatro sesiones de plenaria en la forma establecida en el Reglamento Interior y de Debates, con 3 días hábiles de anticipación.
  2. f) Los escogidos no reúnen los requisitos de la CRBV ni de la LOTSJ
    g) El baremo no fue aprobado ni publicado ni aplicado.
    h) El comité nunca se convocó ni se reunió.

    En virtud del incumplimiento de todo lo anterior no podemos concluir sino que la Asamblea Nacional debe declarar la nulidad absoluta del acto de designación de estos magistrados por presidencia total y absoluta del procedimiento legalmente establecido, en violación de la CRBV, LOTSJ.

Nadie dijo que hacer justicia fuera una tarea fácil, la justicia constituye uno de los valores fundamentales del ser humano. Sin justicia no hay paz y sin ella la violencia de apodera de la sociedad.

Reconocer que no hay justicia y que así lo siente la gente es entender que la administración de justicia constituye un problema grave y que su atención es urgente. Buscar soluciones a un sistema de administración de justicia que es caro, poco credible y lento,  debe ser tarea de todos pero es deber ineludible de aquellos cuya misión está en administrar justicia frente a la situación de crisis que enfrentamos en el país y que nos afecta como ciudadanos. Por lo que no me canso de repetir “Más que un estado de derecho debemos procurar un estado de justicia”.

Mi llamado en este nuevo año judicial es a hacer justicia, justicia que solo podemos alcanzar en la medida que generemos confianza en las instituciones, confianza que se gana en mucho con el ejemplo y la correcta actuación, estimulando además verdadera participación ciudadana en la designación y disciplina de los funcionarios judiciales, en el procedimiento judicial, en la acción popular, en la participación como auxiliares de justicia, en la sentencia y en la ejecución judicial. 

MARÍA AUXILIADORA DUBUC P.

@mauxi1