La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprobó una medida que permite a los funcionarios del área de salud allanar edificios para combatir al mosquito Aedes aegypt, transmisor del dengue, el zika y el chikunguña.
La medida, publicada hoy en el Diario Oficial de la Unión, permite a los oficiales forzar la entrada de los inmuebles públicos y privados para eliminar los focos del insecto aunque el propietario no se encuentre en su interior.
El texto autoriza a los funcionarios a solicitar la ayuda de la Policía para entrar en algún local donde se sospeche que haya un criadero de Aedes aegypt, que suele poner los huevos en aguas limpias y estancadas.
La medida se enmarca en la batalla que el Gobierno brasileño ha emprendido contra este insecto, un mosquito de apenas un centímetro que ha encendido las alarmas de Latinoamérica al comprobarse la relación entre el zika y el aumento de casos de microcefalia en niños recién nacidos en el país.
Además de la actuación del Ministerio de Salud brasileño, la cartera de Defensa ha activado a 220.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas para concienciar sobre los riesgos de este insecto y la importancia de evitar la acumulación de agua en los hogares.
Los oficiales de salud y los soldados han visitado hasta el momento más de 10,9 millones de inmuebles en más de 3.000 municipios del país, lo que supone el 22,2 % de los previstos.
La atención está centrada principalmente en el estado de Pernambuco, en la región noreste del país, donde se encuentra la mayor parte de los posibles casos de microcefalia registrados en Brasil. EFE