Como Claudio Diovani Jiménez Gómez, alias “El Buñuelo”, fue identificado el hampón que asesinó (otra vez) a un funcionario de seguridad al mediodía de este miércoles 3 de febrero; y que mantuvo como rehenes en El Cementerio a una niña y una señora.
Este es el inmenso prontuario de “El Buñuelo”, liberado en una oportunidad por “buena conducta” y en otra por fuga.
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Según fuentes policiales salió en libertad tras recibir un beneficio por buena conducta, pero allí ya se había unido a una banda de secuestradores que era liderada por “el Bachaco”, un peligroso azote de El Cementerio que fue asesinado el miércoles 23 de septiembre de 2009, durante un enfrentamiento con efectivos de la PM, en el barrio Primero de Mayo.
Claudio Diovani es conocido como “el Buñuelo”, uno de los hampones más peligrosos de esa banda y quien estaba señalado de haber participado en, al menos, 27 crímenes entre ellos el de un efectivo del Cicpc, uno del Sebin y el de un sargento de la Armada.
Inició su vida delictiva cuando apenas tenía 18 años para vengar la muerte de su hermano. Vivía en San Agustín del Sur con su madre, a quien le dejó claro que “mataría a todo aquel en nombre de su hermano”. Para ello, compró un arma automática y comenzó a sumar homicidios. Por estos crímenes, dos en principio, cayó preso y luego salió libre.
Ya como miembro de la banda de “el Bachaco” comenzó a robar vehículos Toyota en el centro de Caracas.
Su vida delictiva ya estaba en ascenso y los crímenes también. Era requerido por las autoridades, pero no lograban capturarlo. Incluso, resultó herido varias veces en enfrentamientos. En su cuerpo quedaron las señales de seis impactos de bala que lo marcaron.
El año pasado hirió al director general de servicios de vigilancia privada del Ministerio de Interior y Justicia, Sabek El Hani Haitam, quien es allegado del ministro de ese despacho, Tareck El Aissami.
El hecho ocurrió el 6 de enero, cuando lo interceptaron en la avenida Fuerzas Armadas, para despojarlo de su camioneta Toyota Merú. Le propinaron cinco impactos de bala y lo dejaron herido en Caricuao.
Luego de ello, asesinó a los dos efectivos policiales.
Primero ultimó al subinspector del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), Ramón González en El Cementerio, el primero de mayo.
Luego, mató al detective del Cicpc Jennsy Gregorio Jiménez en los Teques. El funcionario estaba adscrito a la subdelegación de Ocumare del Tuy, y la noche del 14 de febrero llegaba a su residencia cuando fue sorprendido por un grupo de maleantes. Como el efectivo intentó defenderse, lo mataron.
A raíz de estos hechos, los cuerpos de seguridad lo buscaban por distintos sectores de Caracas. Por ello, Claudio Diovani decidió cambiar su identidad.
Él mismo confesó haber buscado en internet el nombre de un joven que no estuviera implicado en delitos para usurpar su identidad. Así lo hizo, pues acudió a un operativo de cedulación y allí dijo que lo habían robado y le dieron una cédula con el nombre de Simón Moreno Toro.
El 14 de abril de este año, luego de haber asesinado al sargento de la Armada, Gerson Balza en El Cementerio, fue capturado por efectivos de Polibaruta en La Tahona.
Había secuestrado a una dama para robarle su Toyota Corolla y desvalijarle su apartamento. Fue capturado con David Baner, de 22 años, otro miembro de la banda. Ambos confesaron su actuación.