“Estoy destinada a no tener hijos en Venezuela”, es el pesar diario de Andreína Delgado, de 27 años, quien desde hace dos años busca su primer hijo y con la aparición de las complicaciones a los fetos asociadas al virus del Zika su deseo se vio negado.
Con las manos en el vientre, Delgado lamenta no tener las condiciones hormonales, económicas ni ambientales para ser madre. Su odisea inició con la búsqueda de los tratamientos indicados para mejorar su período de ovulación, el cual no existe en el país y solo se consiguen en el exterior a precios impermisibles para su familia.
Con lágrimas en los ojos expresó: “Para las mujeres que tenemos años buscando un bebé, es un duro golpe tener que desistir con la amenaza del zika, no vale la pena comprar el tratamiento si hay riesgo de que el bebé no nazca o tenga problemas después”.
La Organización Mundial de la Salud declaró una crisis humanitaria por la presencia del zika en 20 países de América. Las complicaciones asociadas a la enfermedad, como microcefalia y abortos en el primer trimestre de gestación, no dejan de asustar a las embarazadas o en edad fértil.
Sin anticonceptivos
La otra cara de la moneda es igual de “preocupante”. El dilema de las mujeres zulianas de evitar quedar en estado en medio de la escasez de pastillas anticonceptivas.
Los anticonceptivos llegan a las farmacias en lotes, cada cierto tiempo, y al cabo de dos días la existencia desaparece. Solo las personas con contactos, conocimiento de la distribución o mucha suerte, logran avistar las pocas cajas en los establecimientos farmacéuticos.
María Gómez, de 26 años, tiene cuatro años casada y aunque no descarta la idea de tener hijos pronto, está preocupada por los efectos del zika en las embarazadas. “Es horrible. ¿Cómo te vas a cuidar si no hay pastillas ni condones? Consigo pastillas cada cuatro meses y siempre de marcas diferentes y mis hormonas están descontroladas”.
Para Gómez, la abstinencia no es una opción. “Uno se puede aguantar pero ¿por cuánto tiempo? Quedamos en las manos de Dios para no salir en estado”.
La alternativa
Juan Carlos Perozo, ginecobstetra y especialista en fertilidad, asegura que la combinación de métodos puede ayudar a elevar las posibilidades de no quedar embarazada. Destaca los métodos intrauterinos y los subdérmicos que “aún” se consiguen en Venezuela.
Explica que para los subdérmicos lo ideal es que la paciente pese menos de 75 kilos, porque las hormonas actúan de acuerdo con los índices de masa corporal. Así que funciona mejor en pacientes con un peso menor.
Los dispositivos intrauterinos son recomendados para mujeres que ya tienen hijos, debido a que el cuello uterino es ancho para colocar el aparato. “Lamentablemente, con todo lo que está pasando, se ha tenido que colocar en mujeres que no han tenido bebés”. Los intrauterinos tienen un costo en farmacias de tres mil a cinco mil bolívares. Pero lo venden en Internet hasta en 15 mil bolívares.
La recomendación del especialista es una: “Si no está buscando hijos, no los busque. Y si los está buscando, tome todas las medidas para que no la pique un zancudo. Ahora no conocemos la verdad del zika pero la conoceremos en unos años cuando se vean los efectos”.