Los Tigres de Aragua no pudieron dar el batazo clave para conseguir otra remontada y sufrieron su primera derrota en la Serie del Caribe al caer 6 carreras por 4 con los Venados de Mazatlán en el estadio Quisqueya – Juan Marichal.
“México jugó muy bien, dieron los hits más importantes del juego, nosotros tratamos de volver y no pudimos”, dijo el mánager de Venezuela, Eduardo Pérez, equipo que a pesar de la derrota clasificó a la siguiente ronda. “Fue un buen partido, no pudimos hacer más nada”.
El tercera base Yuniesky Betancourt y el camarero Estebán Quiroz se encargaron de comandar la tercera victoria consecutiva de la novena mexicana al combinarse con tres indiscutibles, todos extravases y empujar tres compañeros hasta la registradora.
“Afortunadamente pude ligar con el madero. Fue el juego más difícil que nos ha tocado en el torneo. Venezuela nunca se dio por vencida”, indicó Betancourt. “Gracias a Dios pudimos batear en los momentos oportunos y hacer las carreras que hacían falta para salir airosos”.
El pitcheo de Mazatlán también jugó un papel importante en el resultado final del compromiso. El abridor Alejandro Soto, empezó un poco tambaleante, pero luego pudo enderezar el rumbo para permitir el despertar del ataque de su equipo, luego el bullpen del equipo dirigido por el estratega Juan José Pacho supo mantener la ventaja a su favor.
“No queríamos que se repitiera la historia de lo que le hicieron a Dominicana el pasado martes. Pudimos hacer los outs importantes y bateamos cuando teníamos que hacerlo”, puntualizó el piloto. “Fue un gran juego y todo el mérito se lo llevan los muchachos. Ganamos el tercer juego y aseguramos estar en las semifinales”, acotó muy emocionado.
Venezuela pagó caro dejar un total de 12 corredores en base durante los nueve episodios, además de ligar apenas para 11-3 con hombres en posición anotadora.
“Nosotros dimos más hits, anotamos carreras, pero no pudimos ligar en ese momento, eso fue lo que marcó la diferencia”, sentenció Pérez, quien también aprovechó la rueda de prensa para hacer notar su malestar por el cambio de hora del juego sin previo aviso. “Quería recalcar que el juego era a las 3:30 y cuando llegamos aquí nos dijeron que era a las 3. Parece que aquí es más importante un home run derby que los mismos peloteros que tenemos nosotros. En verdad no me gustó eso”.