Algunos indicadores encienden las alarmas, veamos… El mismo gobierno que presentó un Decreto de Emergencia Económica, despilfarra miles de millones en templetes y fiestas carnestolendas; mientras muchos venezolanos mueren por falta de medicinas o de mengua en los hospitales públicos. El pueblo sufre penurias para conseguir alimentos, mientras este gobierno de golpistas celebra con sórdida alegría el golpe de Estado del 4F. Ciertamente, esta actitud irresponsable no es nueva pero en las actuales circunstancias, tanta insentatez puede ser una desquiciada y muy peligrosa provocación. Maduro habló de regresar a los militares a los cuarteles –algo que todo el mundo celebró en silencio- pero ahora viene con el disparate de convocar a un “Congreso de la Patria de los Militares”, lo cual es inconstitucional y amenaza seriamente la institucionalidad de nuestra FAN, involucrándola con impudicia en el debate político. Algo huele mal: O la reiterada alusión a la “rebelión” en el discurso oficialista advierte una intención oculta o es una estupidez mayúscula. Insistir en que “el espíritu del 4F” está vigente, es también recordar que las causas que supuestamente inspiraron aquella intentona –corrupción y pobreza, entre otras- se han agravado hasta niveles jamás vistos. Es un riesgo para la democracia que se legitime de manera subrepticia la vía insurreccional para promover cambios o en este caso, para evitarlos. En fín, Maduro mete la cabeza en las fauces del león, creyéndose un gran domador y eso sería su problema si no arrastrara al país a una situación de pobreza extrema, caos y violencia.
Lo he dicho en varios escenarios, urge promover un cambio de gobierno por la vía constitucional antes que la crisis estalle y derive en un colapso del país o que la irresponsabilidad de quienes ejercen el poder, termine propiciando condiciones para una dictadura militar en Venezuela. No crea Maduro y su entorno –incluyendo la corrupta cúpula militar- que un autogolpe va frenar el indetenible cambio que está en marcha en Venezuela. En todo caso, el liderazgo democrático no puede cruzarse de brazos y el paìs debe reaccionar. Hoy la inmensa mayoría de los venezolanos saben que este gobierno es incompetente para superar la crisis pero ahora que muestra su rasgo militarista y su vocación golpista, luce desesperado y sin duda, constituye una amenaza a la paz y la convivencia democrática. ¡Urge cambiar al gobierno!
Twitter: @richcasanova