EEUU acusa a Ruanda de buscar desestabilizar a Burundi

EEUU acusa a Ruanda de buscar desestabilizar a Burundi

A soldier patrols the streets after a grenade attack of Burundi's capital Bujumbura, February 3, 2016. At least one person was killed in a grenade attack on a bar in Burundi on Monday night, witnesses said, in more violence since the African Union backed away from sending in peacekeepers without the government's consent. REUTERS/Jean Pierre Aime Harerimama
A soldier patrols the streets after a grenade attack of Burundi’s capital Bujumbura, February 3, 2016. At least one person was killed in a grenade attack on a bar in Burundi on Monday night, witnesses said, in more violence since the African Union backed away from sending in peacekeepers without the government’s consent. REUTERS/Jean Pierre Aime Harerimama

Estados Unidos acusó este miércoles a Ruanda de buscar “desestabilizar” a Burundi, mediante el reclutamiento de refugiados burundeses para enrolarlos en grupos armados de la oposición contra el gobierno de su vecino.

AFP

“Algunos informes de nuestros colegas sobre el terreno nos llevan a pensar que el gobierno ruandés está implicado en actividades de desestabilización en Burundi”, declaró la subsecretaria de Estado para Africa, Linda Thomas-Greenfield, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado.





Thomas Perriello, emisario especial del gobierno estadounidense para la región africana de los Grandes Lagos, señaló ante la misma comisión que se dispone de “informaciones creíbles sobre el reclutamiento de refugiados burundeses en albergues en Ruanda, para que participen en ataques armados realizados por la oposición armada de Burundí contra el gobierno” de ese país.

Es la primera vez que Estados Unidos cuestiona directamente el papel las autoridades de Ruanda en la crisis que afecta a su vecino.

Estados Unidos ha sido un aliado tradicional de Ruanda, aunque la relación se ha deteriorado en los últimos años debido al papel que el presidente Paul Kagame ha tenido en las crisis en la región y por su decisión de buscar la reelección para un tercer periodo consecutivo.

Burundi, uno de los diez países más pobres del mundo, está sumido desde abril en una espiral de violencia que ha hecho temer la posibilidad de que se desate un genocidio.

Desde que empezó la crisis en Burundi han muerto más de 400 personas y 230.000 han tenido que abandonar el país.

En enero la ONU denunció la existencia de matanzas étnicas, de fosas comunes con un centenar de cadáveres y de violaciones en grupo cometidas por las fuerzas de seguridad en Burundi leales al presidente Pierre Nkurunziza.