El papa Francisco salió hoy en avión desde el aeropuerto de la capital mexicana hacia la norteña Ciudad Juárez, donde en su último día de actividades en el país visitará un penal, tendrá un encuentro con trabajadores y oficiará una misa en la que hablará del drama de la migración.
El avión, un Boeing 737-800 de Aeroméxico, aerolínea nacional y patrocinadora del evento, despegó de la terminal sobre las 08.59 hora local (14.59 GMT) y tiene prevista la llegada a Ciudad Juárez aproximadamente a las 10.00 hora local (17.00 GMT).
Aproximadamente unos 50 minutos antes del despegue, el papa fue despedido de la Nunciatura, donde ha pernoctado desde su llegada al país el 12 de febrero, con varias canciones interpretadas por Carlos Rivera y la banda Mariachi 2000, entre ellas el tema “Las golondrinas”.
Ya fuera de la Nunciatura, centenares de feligreses católicos se reunieron para darle el adiós, entre ellos un grupo de enfermos en silla de ruedas y también muchos niños, que gritaron “¡papa! ¡papa!” para captar la atención de Jorge Mario Bergoglio.
Como ha sido habitual en este viaje, el papa se acercó a la grada a saludar a algunos de los ahí congregados y también se inclinó y besó la mano de un niño.
A las 08.00 hora local (14.00 GMT) Francisco se subió en el papamóvil para realizar su último trayecto por la Ciudad de México en el marco de este viaje que arrancó el pasado viernes y que incluyó actividades en seis ciudades de cinco estados.
A la altura de la avenida Río Churubusco el pontífice se cambió de vehículo y entró en uno cubierto, un Fiat 500L, dedicando unos instantes a saludar a los ahí congregados.
El cambio de vehículo pudo deberse a las frías temperaturas con que amaneció hoy la Ciudad de México, que sobre las 08.00 hora local (14.00 GMT) registraba los ocho grados centígrados.
Una media hora más tarde llegó al hangar presidencial y fue recibido por varios funcionarios, entre ellos la canciller, Claudia Ruiz Massieu, y el alcalde capitalino, Miguel Ángel Mancera.
En el hangar presidencial fue también despedido por un centenar de capitalinos al ritmo de la banda de mariachis de la Secretaría de Marina, que dedicó varios temas compuestos especialmente para el pontífice.
Al pie de la escalinata del avión, el papa estrechó la mano de las autoridades y, tras subir las escaleras, bendijo la aeronave con agua.
Antes de entrar en el avión el papa se giró por una última vez y se despidió con la mano de la Ciudad de México y los fieles presentes en la despedida.
Una vez en Ciudad Juárez, a las 10.30 hora local (17.30 GMT) está prevista su visita a un centro penitenciario y al mediodía tendrá lugar un encuentro con el mundo del trabajo en el Colegio de Bachilleres del estado de Chihuahua.
A las 16.00 hora local (23.00 GMT) Francisco ofrecerá una misa en el área de la feria de la urbe, ubicada frente al Río Bravo que divide a México y Estados Unidos.
Allí se espera que el papa oficie una misa y hable a los pies de una cruz y acompañado de unos viejos zapatos y sandalias que simbolizan el drama de la migración.
En esta misa se han invitado migrantes, padres de hijos de desaparecidos, víctimas de la violencia y grupos vulnerables de Estados Unidos.
Ciudad Juárez fue por años la urbe más violenta de México y ha luchado en años recientes por dejar atrás una historia de sangre y muerte para recuperar su estatus de localidad fronteriza y pujante.
También es uno de los destinos más deseados por miles de migrantes en su ruta hacia Estados Unidos, junto con Tijuana al oeste y Matamoros y Nuevo Laredo al este. EFE