Miles de venezolanos han tenido que vivir “El Calvario” de suplicar medicinas para tratar sus dolencias. Indiferentemente de sexo, raza, credo, religión, inclinación política, etc, hemos visto, hasta de primera mano, cómo en Venezuela acceder a los tratamientos más costosos resulta casi imposible.
Solo, como una lamentable muestra, los pacientes oncológicos, han sido la voz de muchísimos otros con otras dolencias que no han podido realizar al pie de la letra sus tratamientos.
En el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales existe una Farmacia de Medicamentos de Alto Costo y hoy, de primera mano, corrimos a hacer nuestra respectiva cola a buscar quimioterapia. Unos se iban, otros tantos se quedaban.
Esto NO es un juego y miles de venezolanos lo necesitan.
Este jueves, un comedido Maduro activó el “motor farmacéutico” para atender este tipo de inconvenientes.
Informó la presencia de 52 empresas y 3 cámaras farmacéuticas. Llamó a producir todo lo que se necesita, producir todas las medicinas que se necesita.
Llamó a todos los involucrados en el sector farmacéutico, de capital público, mixto y privado, a incorporarse a este motor.
Anunció la firma de un documento “para la asociación para el trabajo” entre el gremio de farmacéutica y el gobierno. El documento fija “los elementos claves de la alianza productiva”, que busca incrementar la producción, romper el modelo rentista, afrontar la coyuntura.
Dice que se va aplicar un “nuevo sistema de precios que cubran los costos de producción y garanticen los precios justos”. Habló de la posibilidad de un apoyo financiero a empresas nacionales. Indicó que hay una gran capacidad instalada. Dijo que es un “pecado” importar un medicamento que se puede producir en el país.
Todo “pintó” bien y ahora la pregunta.
[poll id=”72″]