Cuando se cumple un año de la detención de Antonio Ledezma, exalcalde metropolitano de Caracas al que el chavismo acusa de participar en una supuesta intentona golpista, Mitzy Capriles, su esposa, continúa en campaña para conseguir su libertad. En conversación telefónica con ABC, redobla su denuncia de los abusos de Maduro y reitera que Ledezma, ahora bajo arresto domiciliario, solo ha cometido un delito, el de hacer política por la democracia en Venezuela.
Juan Carlos Delgado / ABC
—Por fin se celebró la audiencia en el proceso contra su marido. Había sido aplazada hasta diez veces. ¿Por qué tanta dilación?
—Esto es un juicio político, y en un juicio político el destino de la persona enjuiciada depende de quien lo ordenó, en este caso el presidente de la república.
—¿Qué tal está él de ánimo?
—Antonio de ánimo es como un titán. No pierde su fortaleza. Sigue siendo el demócrata que ha sido siempre. Y, como dice él, un demócrata piensa con la cabeza y no con los pies. Él sigue el curso de los acontecimientos y los arrostra. Está fuerte y decidido. El lunes a las cinco de la madrugada, cuando lo iban a trasladar al Sebin (Policía política), se encuentra con que unen a su caso el de otros tres muchachos que él ni conocía. Parece sacado de un guión, pero es cierto. Ahí mismo le montaron un caso con unas personas que no conoce. Mal se puede cometer un delito de asociación para delinquir, que es de lo que le acusan, con unas personas que no conoce.
—Lo sacaron de la cárcel y lo pusieran bajo arresto domiciliario porque estaba enfermo. ¿Cuál es su estado de salud?
—Sufrió dos hernias. Él está recuperado, pero, como le dije el otro día a la gente del Sebin, no está para que lo anden zarandeando. Tiene heridas todavía vivas, que, al más mínimo golpe, le pueden lastimar. Sucedió esta última vez, en la que durante el traslado, lo maltrataron y perdió las mallas que le pusieron para las hernias.
—¿Esperaban que el triunfo de la oposición en las últimas legislativas sirviera para mejorar la situación de Antonio?
—El martes fue la primera reunión para la ley de Amnistía y Reconciliación. Tenemos todas las esperanzas puestas en que haya una discusión seria, aunque eso parezca imposible con este Gobierno, que todo lo canaliza, todo lo vulgariza, todo lo hace trizas. Ya no tienen credibilidad. Saben que la han perdido porque mintieron y robaron a más no poder. Lo dice un montón de gente seria, incluso algún exministro chavista que ha dicho que jamás en su vida vio tal despilfarro con los dineros de la nación. Hicieron un desastre de Venezuela.
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