La posibilidad de saquear fue comentada durante todo el jueves. Era el rumor cada vez más fuerte en las calles de Ciudad Piar, ubicada en el municipio Angostura del estado Bolívar, en donde los habitantes aseguran que la escasez es superior y la reventa impide comprar los alimentos de la canasta alimentaria, en un país con altos niveles de escasez y la inflación más alta del mundo.
María Ramírez Cabello/Correo del Caroní
En la localidad, con una gruesa población de trabajadores de CVG Ferrominera Orinoco por la cercanía con las valiosas minas de mineral de hierro que alimentan los procesos siderúrgicos de Guayana, comentan que productos básicos son revendidos a precios elevados. Un paquete de leche supera los Bs. 3 mil y el aceite ronda los Bs. 1.500, por ejemplo.
No hay sucursal ni de Mercal ni de Pdval para la venta al público y los operativos de venta que anteriormente realizaba la estatal FMO para sus empleados, fueron suspendidos.
El miércoles, un episodio abonó el terreno. Un grupo de personas que esperaban para comprar en el local El Paisa en el sector de Tocomita, a cinco minutos de Ciudad Piar, protagonizaron una pelea por alimentos.
“Es un negocio que han querido cerrar varias veces porque los precios son anormales, pero dicen que el dueño es un alto militar y por eso no lo cierran”, comentó una vecina de Ciudad Piar.
Con ese antecedente, relató el concejal Andrés Fayola, habitantes de Ciudad Piar pidieron a la gerente del centro de acopio de Mercal, ubicado en la avenida Mack Lake, que les vendiera algunos productos, “pero ella mandó a decir que no tenía nada que vender (…) la gente se sintió humillada”.
A las 7:00 de la noche del jueves, aproximadamente, la comunidad se organizó y se concentró frente al centro de acopio de la red estatal, que sirve de depósito de los alimentos del Sistema de Alimentación Escolar, conocido anteriormente como Programa de Alimentación Escolar (PAE). Había una patrulla de la Policía Municipal al frente.
Cuenta Luisana Uzcátegui, una de las mujeres que tras el saqueo fue detenida, que un funcionario policial dijo saqueen y esa fue la luz verde. Rompieron puertas y abrieron el portón grande del centro de acopio, que se convirtió en una mina de alimentos por una hora.
“No estaban llegando alimentos pero en las noches salían camiones del centro de acopio cuyo destino desconocemos, había mucha comida. La gente se cansó, se organizó y saqueó. Había productos Polar, desodorantes Every Night, pañales Huggies, leche condensada Los Andes, toallas sanitarias Always, la gente agarró todo”, contó.
Lea la nota completa en Correo del Caroní