La historia burocrática del Ministerio de Salud en Venezuela da cuenta de 14 ministros que han dirigido el área de la salud entre el año 1999 y el actual 2016 y todos parecen haber sumado para que pasados 17 años la peor epidemia del país sea la escasez de medicamentos e insumos hospitalarios.
Nota de prensa
Desde el año 2003, con el mandato del Ministro Roger Capella, se da inicio a las denuncias de desabastecimiento, y desde ese entonces también la mejor salida fue desmentir la realidad, advierte Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, al recordar que Codevida alertó en esa oportunidad sobre la carencia de medicinas para el tratamiento de condiciones de salud de alto costo y alto riesgo, y el ministro desmeritó la denuncia porque faltaba solo uno de los 17 medicamento disponibles para VIH, sin considerar que precisamente ese era la base del tratamiento de más de 6 mil personas en ese momento.
Al hacer este recuento, Rodríguez destaca que algunas de las personas que fueron fuente de información ya ni existen, pues las autoridades callaron pero el virus gritó en esos organismos y fallecieron.
Gilberto Rodríguez Ochoa (1999), María Lourdes Urbaneja (2000), Roger Capella (2003), Francisco Armada (2004), Erick Rodríguez (2006), Jesús Mantilla (2006), Carlos Rotondaro (2009), Luis Reyes Reyes (2010), María Eugenia Sader (2010), Isabel Iturria (2013), Francisco Armada (2014), Nancy Pérez (2014), Henry Ventura (2015) y Luisana Melo (2016), figuran en las gacetas oficiales como ministros de salud, y aunque algunos tuvieron cierta visión respecto al VIH, como en el 99 que se decretó la obligatoriedad de la prueba de VIH para embarazadas, en general los planes fueron títulos, anuncios y promesas.
En el año 2000 se anunció el Primer Plan Estratégico Nacional de VIH, “iniciamos la construcción del nuevo pensamiento en momentos intensos de cambios sociales y políticos que buscan trascender nuestras viejas e inertes instituciones y proponer visiones que terminen por derrotar las tendencias que en el pasado jugaron a la regresividad de lo público, apartándolo de su función primordial: responder a las necesidades sociales de la gente” declaró la ministra Urbaneja, pero que a la postre precisamente las necesidades son las que han trascendido, dijo Rodríguez, al insistir en las numerosas llamadas que a recibe la Organización StopVIH por parte de personas necesitadas de medicamentos para patologías asociadas a la epidemia.
En tal sentido, instó al Gobierno a atender la real necesidad que tienen los enfermos en el país, y comprender que no puede seguir viendo enemigos políticos en los hospitales ni en las farmacias, que en cada familia venezolana hay al menos una persona requiriendo medicamentos y es urgente dar cabida a las propuestas y alternativas que los gremios, organizaciones y sectores de salud han presentado.