El pueblo está viviendo en carne propia las consecuencias de la corrupción, del descaro y de la impunidad de este gobierno, que valiéndose del control total de los órganos de poder, y del amparo de negocios sucios entre Manuel Barroso (Cadivi), David Cabello (Seniat) y funcionarios del Cencoex, donde en aquella comisión mixta de carácter técnico, defraudaron miles de dólares para la supuesta importación de medicinas y alimentos.
Estos señores en vez de trabajar en beneficio del país, rasparon la olla, tal es el caso del robo de más de 25 Mil Millones de Dólares, que eran supuestamente para importar alimentos y medicinas, y lo que trajeron a los puertos del país, fueron containers llenos de piedras y los bolsillos de los enchufados buchones, mientras a la gente la dejaron a merced de una crisis humanitaria sin precedente alguno en nuestro país.
No obstante, y debido a esta estafa al país, hoy los venezolanos padecemos una escasez de casi un 80% en los rubros alimenticios y de un desabastecimiento en los productos de la canasta alimentaria que aunado a una economía pilla y de guerra impuesta por Nicolás Maduro, convierten en una suerte de proeza comer en nuestro país y manejarse en niveles de calidad de vida.
Es importante que el pueblo sepa que el 60% de los dólares otorgados para cubrir el supuesto déficit alimentario, se hizo a empresas de maletín y no estamos hablando de cualquier tontería, en estos momentos se estima que el desfalco sólo por Cadivi es de más de 230 Mil Millones de dólares y, que en 2015 fueron asignados al sector público el 60% de las importaciones y es más que evidente el desbarajuste administrativo y de corrupción reinante, donde quebraron con la red de alimentación pública y han pretendido a través de una tesis trillada de guerra económica, hacer ver que la culpa es de los empresarios privados y de los grandes imperios.
Por Dios, llegó la hora de quitarles la careta y la doble moral y el doble discurso con el que han pretendido manejar esta grave crisis jamás vivida en nuestro país. Aquí los únicos gorgojos son los altos jerarcas del gobierno que se enriquecieron valiéndose de las necesidades de un pueblo.
Hoy la inmensa mayoría pagamos por los desmanes y corrupción de este gobierno amparado por la Fiscalía General de la República, el Poder Moral y todos los organismos a quienes les toca administrar justicia, donde muchas de las denuncias en materia de corrupción, prefirieron engavetarlas y ser cómplices de la estafa más grande hacía el país. Muchas encuestas confirman que en la mayoría de los hogares venezolanos, la gente se sortea cuál comida hacer, porque resulta imposible realizar las tres comidas tradicionales o como dicen en el argot popular, los tres golpes, no sólo por la escasez sino por la falta de dinero.
El CENDAS acaba de publicar el incremento de la canasta alimentaria en el mes de enero en Bolívares 106.752,72, lo que implica 11,1 salarios mínimos (9.648,18 bolívares) para poder alcanzar esta cifra; el estudio ratifica además la variación de precio de muchos rubros alimenticios fundamentales en los hogares venezolanos, tal como el café que sufrió un incremento de 2.562% del precio justo de 46,58 bolívares por kilo al pasar de 640 a 1.240 bolívares por kilo. Otros productos como la sal, el azúcar, cereales, verduras, quesos, carnes, sardinas, granos, aceite vegetal, margarina, frutas, cereales y hortalizas, tampoco se escapan de los precios justos de Maduro que nos han hecho un hueco en el estómago por no poder consumirlos, debido a los precios excesivos para su consumo.
Los antecedentes hablan por sí solos y no queda más que concluir que Maduro y su gobierno corrupto, se enjuagaron la boca con las necesidades de la gente y no les importó atentar contra el estómago y la salud de un pueblo en general, aun habiendo dispuesto de leyes habilitantes a su medida, de una renta petrolera estable y de muchas dádivas económicas, entonces ahora, cuando tienen las soga al cuello, pretenden con un decreto de emergencia económica, amañado y amparado por un Tribunal Supremo de Justicia inmoral y apátrida, sacarnos de esta crisis, con las mismas medidas que pusieron fin a este modelo económico y político.
Hay que ser bien ingenuo para no saber el trasfondo de todo esto y no es otra cosa que seguir en el poder, creando falsas expectativas al respecto, porque ya han transcurrido dos meses desde que se propuso este decreto y hasta ahora no hay una sola medida para frenar las colas, el hambre, la corrupción en la red de alimentación pública. Es un reciclaje de enchufados y un despilfarro de dinero en la creación de ministerios y organismos que sólo alimentan la obesa burocracia ya existente en el gobierno de Nicolás Maduro.
A el pueblo no le interesan las cadenas estériles y desafiantes de Maduro, no le interesa que llame pelucón y traidor a las pocos empresarios que han salido adelante en la producción de alimentos a pesar del cerco y las limitaciones para trabajar, al pueblo no le importa ver rostros viejos o nuevos en el gabinete, la gente quiere saber dónde está la comida Nicolás y dónde están los reales que tu gobierno dispuso para el sector alimentario y que en el camino se quedó para beneficiar a los gorgojos mayores.
Aquí ha sido un gran negocio el tema de las importaciones de alimentos, porque sin control alguno no sólo se han otorgado a dedo las divisas preferenciales para estos rubros, sino que valiéndose de sobre precio, han amasado una gran fortuna los enchufados de este gobierno, colocando como aval el hambre y la miseria de un pueblo, y eso se constituye como un crimen de lesa humanidad.
A Dios gracias, desde esta nueva Asamblea Nacional nos hemos empeñado desde el primer día de nuestras funciones, en poner un parao e investigar todos estos delitos que han conspirado y traído como consecuencia la peor crisis político, económica, social y moral jamás vivida. La gente merece saber qué se ha hecho con los dineros que eran supuestamente para blindarnos a nivel alimenticio y salud entre otros, el pueblo se merece saber quiénes negociaron el hambre de la gente, el pueblo merece la verdad, y nosotros vamos a darles todas estas respuestas.
Ya basta de amparar corruptos y gorgojos que disfrazados de mansos corderitos, han acabado con todo a su paso. Venezuela se decidió por el cambio y para lograrlo, debemos tener las cuentas claras y poder avanzar en un nuevo modelo político, económico y social transparente y que beneficie a todo un pueblo sin chantajes ni mentiras. Maduro Pa fuera, fracasaste y nos estafaste.