Dos hermanas dadas en adopción a diferentes familias colombianas tras la tragedia volcánica de Armero, que dejó unos 25.000 muertos hace 30 años, se reencontraron este jueves gracias a análisis de ADN que confirmaron su vínculo.
AFP
Desde que Jaquelin Sánchez vio unos meses atrás un video en Facebook de Lorena Santos, supo que era su hermana.
“Yo todos los días miraba el video y cada vez, cada miradita, (decía) sí, esa es mi hermana, esa es mi hermana”, explicó en rueda de prensa Jaquelin tras el reencuentro.
Son las primeras “niñas perdidas” tras la erupción del Nevado del Ruiz que lograron volver a juntarse, según la Fundación Armando Armero. Su caso fue más desafiante que otros a nivel genético, pues Jaquelin y Lorena son hermanas de parte de madre solamente.
Un cruce de exámenes de ADN mitocondrial y el análisis de otros marcadores autosómicos permitieron confirmar que eran hijas de la misma progenitora, afirmó entre aplausos el doctor Juan Yunis, del Instituto de Genética Yunis-Turbay de Bogotá.
Lorena, en sus primeros años conocida como Zuly Janeth, siempre supo que era adoptada.
Hace tres años decidió tomarse unas muestras de ADN cuando visitó Armero, Tolima (centro), la localidad en la que nació, y donde suponía había desaparecido toda su familia tras la avalancha de lodo del 13 de noviembre de 1985 provocada por la erupción del volcán.
Tras la tragedia, muchas familias quedaron separadas, por el fallecimiento o desaparición de unos o por la recuperación médica de otros. Cuando las madres salieron del hospital en medio del caos, sus hijos habían sido dados en adopción, y algunas hasta hoy los buscan.
La intención de Lorena era buscar a su madre biológica, y decidió grabar un video para la Fundación Armando Armero -que busca el reencuentro de familias separadas en la tragedia- en el que cita su nombre original y el nombre de su progenitora.
Pero en vez de su madre, de la que no se sabe nada, se encontró con su hermana.
“Todavía lo estoy tratando de digerir porque no es fácil que después de 30 años te digan (que) tienes una hermana”, relataba Lorena, tímida y emocionada, a quien no le importa que la llamen Zuly Janeth.
Según Jaquelin, de 39 años, cuando ocurrió la avalancha Zuly Janeth estaba a cargo de una cuidadora, quien tras no recibir noticias de la madre decidió entregarla al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para que fuera dada en adopción.
Lorena, o Zuly Janeth, tenía entonces dos años y diez meses. Hoy tiene 33, y una nueva familia.