Fue precisamente por tener muy claro que el culpable de toda esta crisis no era otro que el gobierno nacional que, desde hace varios años atrás, muchos hemos venido insistiendo en algo que hoy parece ser una opinión unánime: la necesidad imperiosa de promover con sentido de urgencia una salida constitucional, pacífica y democrática, puesto que sin ella no es posible lograr en Venezuela los cambios que nuestro pueblo hoy más que nunca necesita y demanda.
Pero ya llegados a este punto, hay que decir que lamentablemente nuestro futuro inmediato no pinta bien. Gracias a la falta de mantenimiento e inversión acumulada durante los últimos 17 años, y a no tener un plan responsable de prevención y mitigación de riesgos, nuestro país está a punto de entrar en una situación de colapso generalizado. Y cuando uso la palabra “colapso” para describir lo que pudiera venir en los próximos días no estoy exagerando. El mismísimo ministro de energía eléctrica, general retirado de la Guardia Nacional Luis Motta Domínguez, dijo textualmente el pasado 19 de febrero que “si no se toman las acciones para minimizar el efecto (climático de El Niño), en las primeras semanas o mediados de abril podríamos tener un colapso eléctrico”. Y es que no es secreto para nadie que ahora mismo el Guri está en un nivel crítico que amenaza el normal funcionamiento de la principal fuente de energía hidroeléctrica nacional. Y lo mismo que sucede en el ámbito eléctrico sucede a su vez en todos los ámbitos de la vida nacional: no tenemos agua porque no se invirtió el dinero necesario para mantener operativos lo embalses y redes de distribución necesarios, no tenemos alimentos porque se destruyó el aparato productivo nacional, no nos alcanza el dinero porque no hay una política económica seria, etc.
Ahora, ante este panorama desolador que nos dice a todas luces que las cosas pueden y seguramente van a empeorar, y sabiendo ya como sabemos que el culpable principal de todo esto no es otro más que el gobierno nacional, pregunto: ¿qué hacemos, nos quedamos de brazos cruzados echándole la culpa al gobierno nacional y esperando que sea precisamente el culpable de nuestros males quien nos dé también las soluciones? Yo estoy convencido de que no; de que nosotros, todos los venezolanos, pero en nuestro caso particular todos los vecinos de Chacao y todas sus autoridades municipales, debemos activarnos en un plan de contingencia articulado que nos permita hacerle frente de la mejor forma posible a los problemas que tenemos y que vendrán en el corto y mediano plazo.
Es por ello que he insistido en repetidas oportunidades en la necesidad de asumir la situación de emergencia de nuestro municipio de la forma más categórica y responsable posible, emplazando al alcalde a articular una red de comunicación directa entre los vecinos, los concejales y la alcaldía para que todos estemos informados de cuál es el plan que tiene el municipio para enfrentar todos estos problemas. Pero incluso en un supuesto dado que no exista dicho plan, esta es una excelente oportunidad para que todos y cada uno de nosotros podamos ser coparticipes de su elaboración.
En momentos de crisis como el que estamos viviendo, es una insensatez enfrascarse en discusiones de índole distinta a los gravísimos problemas de nuestros vecinos.
De allí que sin ambages de ningún tipo y con la intensión de siempre darlo todo por Chacao, le digo al señor alcalde: queremos ayudar; permítanos ayudar; trabajemos articuladamente, con un plan de acción claro y por todos conocido… solo así vamos a poder superar las adversidades que hoy se levantan en el camino de todos los chacaoenses.
@AlfredoJimenoR