El presidente de la mayor patronal de Brasil, Paulo Skaf, pidió hoy la renuncia de la presidenta Dilma Rousseff, debido a la crisis económica y a la corrupción, por la que ahora está siendo investigado su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva.
EFE
Skaf, quien preside la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp), el gremio empresarial más influyente del país, consideró que la salida de Rousseff permitirá la retomada del crecimiento y aumentará la confianza de los inversores en el país.
Las declaraciones de Skaf, realizadas a la radio Jovem Pan, se produjeron horas después de conocerse que Lula fue llevado por la policía desde su casa a una comisaría para declarar en el marco de una fase de las investigaciones sobre la trama de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
El presidente de la Fiesp afirmó que sigue con “preocupación” los acontecimientos, pero precisó que el pedido de renuncia de Rousseff va más allá de la operación policial realizada contra Lula este viernes.
“Hemos acompañado con mucha preocupación no sólo lo que está sucediendo hoy. La caída de la economía fue de casi el 4 % el año pasado y hay una previsión de más desempleo este año. Esto deja al Gobierno con una total falta de credibilidad”, agregó Sakf
Skaf recordó que la Fiesp aprobó por unanimidad, en diciembre pasado, respaldar a la apertura de un juicio político contra Rousseff, un proceso que fue interrumpido después de que la Corte Suprema del país detectara “errores de procedimiento”.
“No se trata de un golpe como algunos dicen”, recalcó el dirigente empresarial.
El presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, acusó hoy a la oposición de llevar a cabo una “escalada golpista” para desestabilizar al Gobierno de Rousseff, después de que Lula, fundador de esa formación, fuera llevado a declarar por la policía.
El exmandatario fue liberado horas más tarde y se reunió con dirigentes del PT para definir la estrategia de cómo esa formación hará frente a su delicada situación judicial.