Dos operarios de mantenimiento de ascensores fueron detenidos por su supuesta responsabilidad en la muerte de una mujer que quedó atrapada en un ascensor todo el mes de febrero y que presuntamente murió de hambre en su interior, informó el gobierno local de Xian, ciudad del centro del país donde ocurrió el suceso.
EFE
Según responsables del distrito xianés de Gaoling, los dos detenidos acudieron al bloque de edificios donde el ascensor se averió (el pasado 30 de enero), cortaron el suministro eléctrico de éste y no regresaron para repararlo hasta el 1 de marzo, día en el que encontraron el cadáver de la mujer, de 43 años.
El día de la avería esos operarios golpearon la puerta del ascensor para preguntar si en su interior había alguien, y al no escuchar ningún ruido cortaron la electricidad y sugirieron a los vecinos que utilizaran el otro elevador del edificio hasta que pudieran reparar el averiado, detenido entre los pisos 10 y 11.
Investigadores del suceso confirmaron que la mujer fallecida, que vivía sola, no presentaba signos de violencia externa, por lo que se descartó el homicidio como causa de su muerte, y señalaron que lo más probable es que muriera de hambre dentro del elevador.
Los detenidos podrían ser juzgados por negligencia al no seguir las normativas de seguridad, que ordenan abrir las puertas de un ascensor estropeado para asegurarse de que en su interior no haya quedado nadie atrapado.
Las vacaciones del Año Nuevo Chino (del 7 al 13 de febrero), en las que buena parte de la actividad laboral se paraliza en el país asiático, retrasaron la reparación del aparato.
Los vecinos aseguraron a la prensa local que no oyeron en todo el mes ningún ruido extraño en el interior del ascensor, aunque muchos todavía se preguntan cómo es posible que ningún familiar o conocido de la fallecida no denunció su desaparición.
“La escena era inhumana, creemos que murió de hambre allí dentro”, dijo a los periodistas Xiao Lin, uno de los vecinos de la fallecida, cuyo nombre no fue revelado, mientras otra residente apellidada Wang contó que el interior del ascensor estaba lleno de marcas dejadas por la víctima al intentar salir.