En medio de la crisis, Gobierno venezolano usa bonos para saldar deudas farmacéuticas

En medio de la crisis, Gobierno venezolano usa bonos para saldar deudas farmacéuticas

People walk in front of the Novartis headquarters building in Caracas March 1, 2016. Picture taken March 1, 2016. To match Insight VENEZUELA-PHARMACEUTICALS/ REUTERS/Marco Bello
People walk in front of the Novartis headquarters building in Caracas March 1, 2016. Picture taken March 1, 2016. To match Insight VENEZUELA-PHARMACEUTICALS/ REUTERS/Marco Bello

VAl menos tres compañías farmacéuticas multinacionales aceptaron que Venezuela les pagara con bonos que se negocian con un fuerte descuento en el mercado internacional, para saldar las deudas pendientes, en una clara muestra de cómo se agudiza la crisis financiera del país miembro de la OPEP. Reuters

Novartis AG, Bayer AG y Sanofi SA recibieron bonos en dólares de la petrolera estatal PDVSA como forma de pago, que al revenderlos dejaron a las firmas ingresos equivalentes a un tercio de su valor nominal, según documentos financieros de las empresas y fuentes con conocimiento de las operaciones.

Los arreglos financieros, de los que no se conocía con detalles hasta ahora, contribuyeron a que las tres compañías globales sufrieran pérdidas por unos 500 millones de dólares el año pasado.

Fue de esta forma cómo las multinacionales lograron que se agilizara el pago de divisas bajo el estricto control cambiario, que Venezuela mantiene vigente desde hace 13 años y que opera con mayor lentitud tras el desplome de los precios de la casi única fuente de divisas: el petróleo.

Críticos del gobierno socialista consideran que la causa principal de la inflación galopante, la escasez y una profunda recesión es la decisión del presidente Nicolás Maduro de mantener la estricta regulación cambiaria.

Venezuela obliga a las empresas a vender sus productos en bolívares, pero luego se les dificulta convertir las ganancias a divisas a través de la comisión del gobierno que regula la venta de dólares.

Como el país sudamericano administró menos divisas en 2015, por la caída sostenida de los precios del crudo, los ahorros no fueron suficientes para saldar todas las deudas comerciales, entre ellas las de farmacéuticas, con una tasa de cambio preferencial que en febrero pasó de 6,3 a 10 bolívares por dólar.

Las compañías tenían entonces muy pocas alternativas para conseguir divisas. La opción de mantener su posición en bolívares parecía muy poco atractiva en la medida en que la moneda venezolana perdía rápidamente valor en el mercado informal, donde cada dólar se transaba el lunes a una tasa de 1.100 bolívares.

La segunda vía era aceptar el tipo de cambio oficial menos favorable de 206 bolívares por dólar, que asigna el gobierno a importaciones no prioritarias.

Novartis dijo que acordó recibir bonos de PDVSA con un valor nominal equivalente al monto de la deuda. Los títulos, que vencen en 2024, los vendió con cerca de dos tercios de descuento, para recibir al final unos 73 millones de dólares. Los papeles se negociaban el lunes en un 31 por ciento de su valor.

Tras la operación, Novartis registró una pérdida de 127 millones de dólares.

Ni Bayer ni Sanofi ofrecieron detalles sobre sus transacciones con bonos venezolanos, pero fuentes conocedoras de las operaciones dijeron que también asumieron descuentos similares. Las empresas tampoco quisieron explicar si tenían alguna otra opción para repatriar sus ganancias.

Un operador de renta fija que sigue el mercado venezolano comentó a Reuters que en enero observó una fuerte venta de bonos PDVSA 2024 y estima que más de 500 millones de dólares de esos títulos inundaron el mercado.

Las operaciones coincideron con una fuerte caída del título, de 37 centavos por cada dólar a 25 centavos por dólar, según datos de Thomson Reuters.

El operador, que prefirió mantener su nombre en reserva, dijo no creer que instituciones financieras hayan tenido interés de vender bonos a precios tan bajos. Pero no quedó claro si este desempeño del mercado está directamente relacionado con ventas de las farmacéuticas.

El ministerio de Información de Venezuela, que atiende las solicitudes de los medios para pedir información a la cartera de Finanzas, no respondió a una petición de Reuters. Tampoco el Banco Central contestó un correo electrónico que pedía comentarios sobre los acuerdos financieros.

BONOS PARA PETROLEROS

Sanofi en 2015 también anotó una pérdida de 240 millones de euros (unos 264 millones de dólares) por sus operaciones en Venezuela. Un portavoz dijo que era el resultado de “una serie medios de pago, incluyendo bonos en dólares”, sin ofrecer detalles.

A principios del año pasado, varias compañías farmacéuticas aún esperaban para convertir sus bolívares a la tasa de cambio más subsidiada en el país, según informaron a reguladores en Estados Unidos.

Por ejemplo, Pfizer Inc dijo en mayo de 2015 que seguía confiando en que dada la naturaleza de su negocio de envío de medicamentos a Venezuela, obtendría divisas preferenciales.

Pero ya en 2016, Pfizer advirtió de que esperaba un “impacto negativo” por unos 800 millones de dólares relacionado con sus operaciones en Venezuela. La firma no respondió inmediatamente a las preguntas de Reuters sobre si estaba involucrada en alguna transacción con bonos venezolanos.

La compra de bonos para obtener divisas ha sido hasta ahora el camino más usado por las multinacionales extranjeras. Pero también la asociación que agrupa a las industrias del país propuso al gobierno un mecanismo similar para saldar deudas con proveedores extranjeros que han cortado los despachos a Venezuela, sin éxito aún.

Dos fuentes del sector de alimentos -que ha reducido operaciones por una aguda escasez de materia prima importada- dijeron a Reuters que si bien discutieron con el Gobierno el esquema de pago con bonos en 2015, no aceptaron que sus proveedores asumieran pesados descuentos e insisten en que el Gobierno debe cancelar el total de las deudas.

En 2013, Venezuela optó por un esquema similar para saldar deudas con empresas de servicios petroleros, como la de la firma Weatherford International Ltd., que dijo haber recibido bonos de PDVSA a cambio de facturas por pagar. La empresa vendió los títulos por cerca de la mitad de su valor nominal.

Maduro se ha comprometido a mantener los programas sociales creados por su mentor y predecesor, el líder socialista fallecido Húgo Chávez, incluyendo un mayor acceso a medicamentos con precios regulados.

Pero conforme se redujeron las ventas de dólares para las importaciones del sector salud, a los venezolanos se les hace cada vez más difícil encontrar desde sencillas cremas dermatológicas hasta medicinas para el cáncer.

El pago con bonos que hizo Venezuela se asemeja al esquema que usó Grecia en 2010 para cancelar multimillonarias deudas a empresas farmacéuticas con títulos sin cupón emitidos específicamente para ese propósito.

En el peor momento de su crisis de deuda, los bonos emitidos por Atenas se desplomaron rápidamente a la mitad de su valor nominal y los fabricantes de medicamentos asumieron un fuerte descuento.

MEJOR QUE NADA

Los títulos que aceptaron las farmacéuticas de manos del gobierno socialista son los más riesgosos entre los países de los mercados emergentes, según un índice que elabora la firma JPMorgan.

Y es creciente el temor de los inversores a un posible incumplimiento de Venezuela, que junto con PDVSA debe cancelar en lo que resta del año unos 7.500 millones de dólares por vencimientos e intereses de su deuda externa.

Maduro atribuye las dudas a una campaña de difamación de sus opositores y en reiteradas oportunidades él y su equipo han prometido este año evaluar todas las opciones para evitar el primer default del país.

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