Las Fuerzas Armadas venezolanas (FANB) rechazaron hoy la decisión “injerencista” del presidente de EE.UU., Barack Obama, de extender por un año el decreto en el que señala al país caribeño como una “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional”.
EFE
“Resulta inconcebible que el Gobierno de la mayor potencia militar del mundo adopte una medida (…) eminentemente injerencista (…) en contra de nuestro pueblo, sus autoridades y su Gobierno (…) de vocación estrictamente pacifista y respetuoso de los derechos humanos”, señaló la FANB en un comunicado.
El documento afirma que “Venezuela (…) ha promovido siempre la paz y la libertad” y agrega que actualmente la “revolución” realiza esfuerzos por “reactivar la economía nacional, afectada precisamente por una crisis promovida por el mismo sistema capitalista”.
La “arremetida” del Gobierno norteamericano “parece obedecer oscuros intereses” y es, asegura, “parte de una campaña sistemática orquestada por élites” que buscaría “desprestigiar el proceso revolucionario”.
El Gobierno venezolano ha acusado en reiteradas ocasiones a “la derecha nacional e internacional” de propiciar una “guerra económica” que buscaría mermar la popularidad de Maduro para lograr su salida del poder antes de 2019 cuando finaliza su mandato.
Más temprano, el defensor del pueblo venezolano, Tarek William Saab, aseguró que la extensión del decreto es “una aberración jurídica” que podría representar “el preámbulo a ocupaciones militares”.
Saab indicó que la oposición está adelantando una intervención extranjera, algo que consideró “inaceptable”.
Por su parte, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, consideró el pasado viernes una “agresión” que Obama prorrogase el decreto y advirtió que su país acudirá a “instancias internacionales”.
Rodríguez, además, anunció que el Gobierno ha decidido “someter a revisión integral las relaciones con los Estados Unidos de Norteamérica” y que su despacho se comunicó con el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y con la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) “que han ratificado su posición de solidaridad con Venezuela”.
La canciller argumentó que la medida incita a los sectores “antidemocráticos y violentos de la oposición venezolana” a “atentar” contra la institucionalidad del país “y sus autoridades legitimas y constitucionales”.
Obama extendió el pasado jueves por un año más la orden ejecutiva que emitió en marzo de 2015 y que autoriza al Departamento del Tesoro a imponer más sanciones contra aquellos de los que se determine que han cometido “acciones o políticas que socavan procesos o instituciones democráticas”, o hayan cometido violaciones de derechos humanos en protestas en Venezuela.
El presidente de EE.UU. determinó que la situación en Venezuela constituye “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, por lo que declaró “una emergencia nacional para lidiar con esa amenaza”.