El régimen instalado por Chávez y hoy regentado por Nicolás Maduro, se ha convertido en la mayor fuente de presiones negativas a la sociedad. Con Maduro el régimen se ha vuelto más represivo, más dispuesto incluso a recurrir a la violencia abierta para contener el derrumbe del socialismo del siglo xxi. Su estrategia se centra cada vez en tratar de desaparecer a la nueva Asamblea Nacional democrática utilizando como fuerza de choque al tsj.
El régimen tiene la muy extraviada idea de que bloqueando toda la acción legislativa o contralora de la Asamblea Nacional es la forma de detener su hundimiento político por el desastre causado por el socialismo del siglo xxi durante 17 años. Desprecia olímpicamente el que su riesgo mayor es la inmensa rabia que crece por todas las calles del país, que se contagia de manera epidémica a través de las colas que se realizan por horas en los 119.000 puntos de distribución de alimentos a donde la escasez de alimentos y medicinas convoca diariamente de domingo a domingo a millones de venezolanos, que llenos de frustraciones e inmensas penalidades piden de manera abierta la salida del Presidente.
Creer que con una sentencia del tsj acomodaticia para impedir que la Asamblea Nacional investigue la inmensa corrupción que se come al país, puede producirle algún beneficio político no es más que una muestra de autismo político. Así como desconocer en busca de réditos políticos el decreto de emergencia del sector salud promulgado por la Asamblea Nacional, obligada por la enorme angustia social que ocasiona el que miles de pacientes con enfermedades crónicas o degenerativas o simplemente víctimas de las muchas plagas, endemias y epidemias que asolana al país, y que están imposibilitados de acceder a las medicinas para sus tratamientos en un país con un sistema de salud vuelto añicos, no se puede calificar sino de un caso de amencia política.
La actitud del Presidente Maduro, es la fuente fundamental de las presiones negativas que experimenta el país: caída del producto, hiperinflación, desempleo, pobreza extrema que alcanza al 50% de la población, deuda externa desbordada, inseguridad fuera de control en medio de una impunidad vergonzosa, y una corrupción que condiciona causalmente todo lo anterior, y que es la responsable de la desaparición de $350.000 millones, de acuerdo a las denuncias de exfuncionarios del régimen.
Frente a todo este cuadro desolador con la victoria opositora y la conquista de las 2/3 partes de la Asamblea Nacional, surge una fuente de presiones positivas centrada en implementación de una salida pacífica, constitucional y democrática para salir de un régimen reaccionario que ha hundido al país en su mayor momento de oscuridad.
Las fuerzas democráticas agrupadas en la MUD y actuando desde la Asamblea Nacional como el nuevo epicentro democrático decidieron poner en marcha de manera conjunta y simultanea: la renuncia, la enmienda y el revocatorio, como los mecanismos políticos para salir del régimen, inducir una presión positiva para eliminar las causas del estado actual de postración y retroceso de la Nación, recuperar la democracia y la senda del desarrollo.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog