El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que prevé nombrar “pronto” al sucesor del fallecido juez Antonin Scalia en el Tribunal Supremo, porque considera que es importante que la máxima corte del país cuente lo antes posible con todos sus miembros.
EFE
En una rueda de prensa en la Casa Blanca junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, Obama reiteró así su intención de ejercer el deber constitucional de designar al sustituto de Scalia, pese a que los republicanos en el Senado han dicho que se niegan a evaluar y someter a voto al candidato, con independencia de quien sea.
“Confío en que, sea quien sea mi seleccionado entre personas imparciales, será visto como alguien excepcionalmente cualificado”, anticipó Obama.
A partir de ahí, los republicanos en el Senado tendrán que decidir “si quieren seguir la Constitución y respetar las reglas del juego limpio que en última instancia sustentan nuestra democracia”, indicó el presidente.
A juicio de Obama, es “irónico” que personas “que están constantemente citando la Constitución repentinamente” leen en ella “requisitos, normas y procedimientos” que no están allí para argumentar su rechazo a considerar a su candidato para el Supremo.
Scalia, fallecido hace casi un mes, era uno de los jueces más conservadores del Supremo y los republicanos creen que cualquier sustituto propuesto por Obama será más moderado, por lo que insisten en que debe ser el próximo presidente del país, que asumirá en enero, quien decida sobre la vacante del alto tribunal.
El pasado 1 de marzo, Obama se reunió en la Casa Blanca con varios senadores republicanos para tratar de acercar posturas sobre el nombramiento del sucesor de Scalia, pero no lo consiguió.
Según han publicado esta semana varios medios, el presidente está en la fase final del proceso de selección y ha entrevistado a varios candidatos.
Los tres jueces mejor posicionados por ahora, de acuerdo con la radio pública NPR, son Sri Srinivasan y Merrick Garland, ambos de la Corte de Apelaciones el Distrito de Columbia, con sede en Washington; y Paul Watford, de la Corte de Apelaciones del noveno circuito, situada en San Francisco.
El Senado nunca se ha demorado más de unos 125 días en aprobar a un juez para el Supremo, pero en el caso de que se bloquee al sustituto de Scalia hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre se producirá un largo parón en el funcionamiento del máximo tribunal, que ahora se ha quedado con ocho miembros.
Así, varios asuntos de gran calado cuya resolución estaba prevista para el actual periodo de sesiones del Supremo, que culmina en junio, pueden quedar en suspenso, como un caso sobre el derecho al aborto u otro sobre las medidas ejecutivas de Obama en materia migratoria.