La diputada a la Asamblea Nacional, Dignora Hernández aseveró que lo único que ha superado el gobierno de Nicolás Maduro, es la fase de negación en la que estaba sumergido, “al menos ninguno de sus funcionarios ni de sus seguidores niega ahora la situación de crisis social que aqueja a nuestro país; al desabastecimiento de alimentos y medicinas, así como al colapso de los servicios públicos de agua, luz, transporte y como si no fuera poco, se le ha sumando una escalada de violencia social con practicas sanguinarias nunca antes vistas”.
Nota de prensa
Hernández manifestó que en los últimos días “los venezolanos hemos visto con profunda preocupación como la ineficiencia de las políticas públicas en materia de seguridad se ven reflejadas en el incremento de asesinatos a funcionarios policiales, delincuentes apertrechados con granadas fragmentarías y armas de alto calibre, desfiles e intimidación por parte de pranes a comunidades, linchamientos, así como acusaciones de participación de nuestras Fuerzas Armadas en hechos detestables ligados al narcotráfico. La mayoría de estas atrocidades, según se reseñan, se realizan mediante prácticas sanguinarias, alcanzando la cúspide de estos vergonzosos hechos, la masacre a los mineros de Tumeremo, estas acciones han causado una profunda herida en la sociedad de nuestro país”.
La también dirigente nacional de Cuentas Claras resaltó que todo lo que se está viviendo en Venezuela se debe a la falta de un gobierno serio, que se ocupe del bienestar de la población antes de su permanencia en el poder, “la telaraña ideológica del Ministro de Defensa comprometido más con el poder que con la Constitución, viene a ser el colofón del escenario descrito, toda vez que ningunos ofrecen seguridad a un pueblo que espera soluciones por parte de sus gobernantes y de su ejército, hundiendo a un sector de la sociedad en el abismo de la desesperanza y la decepción al no vislumbrar una salida a sus problemas”.
Asimismo precisó que las recurrentes declaraciones el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en las que reprocha que “actores de la vieja política hagan señalamientos contra la FANB”, a la vez que invita a un debate de altura, obligan a recordarle solamente algunas cosas: “Primero, estos 17 años al frente del gobierno convierte los actores que tanto defiende en representantes de la vieja política, tanto por el tiempo como por la repetición de las viejas prácticas que critican, como por ejemplo la galopante corrupción. Segundo, No es lo que se diga de las FANB; es lo que estas hacen o dejan de hacer en el ejercicio de sus funciones, lo que obliga a estos señalamientos, al respecto es justo recordarle que las acciones hablan más fuerte que las palabras; no se preocupe tanto por lo que se diga, preocúpese más bien por lo que hace o no hace algunos personajes que no merecen portar el uniforme del glorioso ejército venezolano”.
Frente a su recurrente señalamiento de otorgarle altura al debate, “le reto a darle prestancia a sus acciones para que éstas estén a la altura del momento histórico que vive el país, recuerde que su deber es garantizar la paz del pueblo y no la permanencia en el poder de un gobernante, lea y entienda la Constitución, observe con detenimiento que todo lo que desde la oposición han propuesto sus líderes para superar la crisis está consagrado en la Carta Magna que usted jura defender, disipe de una vez por todas su telaraña ideológica y comprométase con su país para que le dé la altura que le corresponde al ejercito, deje de repetir consignas chavistas recuerde que nuestra Ley establece que la FAN no puede estar al servicio de parcialidades políticas”.
Por último, la parlamentaria Dignora Hernández enfatizó en que se deben unir esfuerzos hasta encontrar vías que permitan devolverle la seguridad social y emocional al país, “no hacerlo ahora que estamos a tiempo, sería insensato, no podemos ignorar el impacto que la situación actual tiene en la psiquis de la sociedad; las emociones toxicas que a diario surgen producto de acciones descabelladas y el uso de un lenguaje insolente y descolocado por parte de quienes deberían ser ejemplo a seguir, pueden tener significativas consecuencias tanto en la mente como en el organismo de los ciudadanos. La hoja de ruta presentada por la Mesa de la Unidad Democrática, constituye una alternativa que permitirá enrumbar a Venezuela por la senda democrática del progreso, lo que a su vez redundará en el bienestar social y emocional de la población”.