Juntas tienen, además, el mismo número de teléfono, se han hecho cirugías exactas y quieren dar a luz a la par, entre otras cosas, porque quieren que sus figuras sigan igualitas.
Tienen 30 años y el valor que han gastado hasta el momento para tener facciones cada vez más parecidas asciende a los 250 mil dólares. Nacieron en Australia y en los últimos días se volvieron famosas por contar su historia en un programa de televisión.
También comparten la ropa, los accesorios y el maquillaje. Sin embargo, el tema más aterrador tiene que ver con que comparten su novio, la cama con él y le exigen que les responda a ambas por igual.
Algunas de las fotos publicadas sobre su historia evidencian que Anna y Lucy tienen los mismos implantes mamarios (obvio, de igual tamaño y peso), sus labios también son operados y las pestañas son postizas. Además, insisten en que quieren ser madres al mismo tiempo y que sus hijos se llamen igual.
Nota tomada de Pulzo