A su llegada al aeropuerto de la isla caribeña, el presidente de la República, Nicolás Maduro fue recibido por el vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en lugar del primer mandatario Rául Castro.
Díaz-Canel ha sido el encargado de recibir al jefe de Estado venezolano desde que asumió la presidencia el pasado 2013, luego de que falleciera su antecesor Hugo Chávez, quien si era recibido por la máxima autoridad cubana.
Y es que claramente, durante estos tres años de gestión de Maduro, se ha observado un ligero pero contundente cambio en las relaciones entre Venezuela y Cuba. El sismo político y económico en Venezuela tambaleó a Cuba, diluyendo así poco a poco la estrecha amistad.
A este “desplante” del líder cubano hacia el mandatario venezolano, se le suman las mejoradas relaciones entre Cuba y EEUU, cuyos acuerdos han ido en ascenso desde el pasado 17 de diciembre de 2014, fecha en la que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron en discursos simultáneos el inicio del acercamiento entre los dos países.
Maduro viaja a Cuba precisamente dos días antes de la llegada del nuevo mejor amigo de la isla, el presidente estadounidense Barack Obama, a quien ha acusado en reiteradas oportunidades de dar “luz verde” al golpismo.