Haciendo un poco de historia se descifran situaciones que en el momento en que sucedían no se percibían como realmente fueron y aun son. Hugo Chávez, al alcanzar el poder, en 1999 ofrece cambios para el país, asociados a disminuir la desigualdad de posibilidades, de calidad de vida entre los venezolanos, de esta forma ganó altas cantidades de adeptos para mantenerse en un tope de popularidad importante y por suficiente tiempo como para conservar al pueblo esperanzado mientras que se fraguaba el verdadero plan, el de su nefasto asesor, el dictador Fidel Castro quien adoctrinó a su discípulo para que lograra hacerse con el control absoluto del poder. Tres fueron las líneas de acción básicas a implementar en ese Plan de Sometimiento y Coloniaje de nuestra patria:
1. Descalificar toda forma de oposición, para lo cual la siembra de delitos es la mejor herramienta.
2. Controlar los poderes públicos para evitar el contrapeso democrático. En este punto la Asamblea Nacional, la Fiscalía General de la República y el Tribunal Supremo de Justicia son los pilares fundamentales.
3. Corromper a los militares, para ello dotarles de bienes y darles cargos con manejo de recursos serán las tentaciones que les llevarán a la fidelidad más absoluta.
Este plan, aunque nos parezca siniestro, lo implementó a cabalidad dando dedicaremos la columna de esta semana.
A tan solo un año de tomar el poder, el Intergaláctico inventó el llamado Plan Bolívar 2000, un plan cívico-militar que tenía por finalidad activar y orientar la recuperación y fortalecimiento de Venezuela y atender las necesidades sociales del país, a través del cual los mandos militares administraron una gran cantidad de recursos sin ningún control de los organismos del estado Venezolano. El resultado más significativo… La corrupción y cero beneficios reales y sustentables.
Posteriormente fueron colocando o minando casi todos los organismos públicos que manejaban recursos con oficiales de las Fuerzas Armadas, logrando así la sumisión u obediencia ciega. Entre ese grupo de mandos militares que sucumbieron ante las tentaciones del dinero podemos citar en primer lugar y con un “bajo perfil” necesario a Manuel Barroso quien inició su exitosa carrera de experto en corrupción como Coronel y recorrió varios cargos importantes, siempre al lado y bajo el mando de su patrón, el Capo Cabello y para la jugada más grande lo colocó al frente de la Comisión Nacional de Administración de Divisas (CADIVI), estratégicamente, este secuaz asumió nada más y nada menos que el control de los Dólares “preferenciales”. Sin ningún pudor traficaron durante años con el dinero de los venezolanos destinados a adquirir bienes esenciales (Medicinas, Alimentos y equipos y repuestos) desviándolos a sus cuentas y las de sus testaferros. Sin importarle que hoy en día y como consecuencia de esa Mega Estafa tengamos una inmensa cantidad de gente que muere sin poder conseguir sus medicamentos de control (Hipertensos, Diabéticos, Cáncer) y todo el país haciendo colas para conseguir algo que comer, el transporte público y los medios de producción paralizados por falta de repuestos e insumos.
Más de 30 mil millones de dólares que debían traducirse en bienestar para nuestro pueblo se esfumaron en manos de la mafia Cabello/Barroso y los poderes esclavos no abren la boca para imputar, acusar, enjuiciar a estos intocables. ¿Con que dinero mantienen el alto nivel de vida, vida de Ricos y Famosos, viajan y estudian fuera toda la tropa de hijos de estos capos, con sus ingresos o sueldos en cargos públicos? El bozal de arepa en dólares les borró la ética . Sería demasiado ingenuo creer eso
Durante 6 años como Presidente de CADIVI el para ese momento coronel era el encargado de entregar dólares a precio preferencial a las empresas transnacionales que desean repatriar sus capitales. En marzo de 2009, en medio de un ajuste presupuestario ordenado por el gobierno debido a la caída de los precios del petróleo, el propio Barroso autorizaba la liquidación de las divisas de forma arbitraria, dejando siempre por fuera las compañías estadounidenses. Así, privilegió a miembros de su promoción militar “General José Trinidad Morán del año 1990” aprobándoles millonarias cantidades de dólares a través de toda una trama de falsos negocios, logrando liquidar para su propio beneficio miles de millones de dólares a través de empresas inexistentes de las cuales no presentaron ninguna justificación.
De hecho, buena parte de los dólares otorgados por el coronel Manuel Barroso, presidente de CADIVI en el año 2012, habrían sido asignados a empresas ficticias dirigidas por mafias militares, por ejemplo podemos citar la asignación de más de 23,5 millones de dólares preferenciales a Alimentos Venenceres y Fármacos Venenceres, empresas constituidas en 2010 propiedad del teniente coronel Carlos Arias Delgado, un oficial retirado que se graduó con Barroso en la Academia Militar.
También se vincula a Barroso con: caso Andorra, con Joseph Ira Mishkin Pesin (de quien se dice era su socio) quien estafó al estado venezolano con maquinarias para su compañía Hilanderías Tinaquillo, sobrefacturando y en muchas ocasiones no traía nada; y, a través de su hermano, con el criminal Alfredo Arape Segovia, quien estuvo preso en Miami, Suiza e Italia por tráfico de drogas y en Venezuela por estafa. Vale decir que además del premio de convertirse en súper millonario, lo gratificaron dándole el ascenso a General de Brigada.
La cúpula más cercana al Intergaláctico, no se conformó con controlar los hilos del poder y de la corrupción sino que avanzan al narcotráfico y a la guerrilla. En el año 2000 el hoy general Hugo Carvajal Barrios, ya tenía contacto con la guerrilla colombiana, en supuesta solidaridad ideológica y revolucionaria, permitió el paso de la droga por nuestro territorio, ya que él hermano de Diosdado Cabello mantenía el control de los puertos y aeropuertos de todo el país (todavía lo controla).
Del Clan Cabello, los incondicionales que ha tenido Diosdado han sido Manuel Barroso, Hugo Carvajal Barrios y Pedro Carreño aparte, obviamente, de su hermano José David Cabello Rondón.
De toda esta inescrupulosa trama de corrupción y mafias solo nos queda claro que los hermanos Fidel y Raúl Castro, tienen un solo interés por la patria de Bolívar… sacarle el mayor provecho a la riqueza de la “provincia de Venezuela”, y no les importa compartir el poder con un grupo de capos militares dirigidos por Diosdado, que son quienes realmente dirigen la política del país. El mejor ejemplo fue el anuncio que el pasado mes de diciembre hizo el tonto útil que tienen de presidente de la provincia de Venezuela, Nicolás Maduro, referido a los militares en cargos de gobierno, cito: “regresen a puestos de mando y a filas activas en cada componente” y acotó que solo permanecerían en el sector público los militares “estrictamente necesarios para cargos claves”.
Pero como toda marioneta, a los pocos días de haber dado la orden, reestructuró el gabinete y mantuvo una importante presencia de militares, e incluso se ordenó la creación de una empresa petrolera, minera de los militares. Diosdado ridiculizó al ilegítimo e indigno presidente de Venezuela nuevamente, dio claras muestras de ser él quien controla el poder militar venezolano.
En medio de este inmenso desorden político y administrativo, patrocinado por expresa voluntad del Intergaláctico y bajo las instrucciones de los Castro, Venezuela se encuentra en la más profunda crisis moral, social, política y económica jamás vivida. Con la ética pública absolutamente distorsionada, los altos cargos públicos están comprometidos “hasta la muerte” con una falsa lealtad que realmente les ata a la red de perversión y delincuencia que genera la corrupción y el temor permanente a ser condenado. Pero además de eso, el caos imperante del que acusan al imperio y a fantasmas golpistas, es el ambiente necesario para que el grupúsculo gobernante pueda seguir manejando el dinero público, sin ningún control utilizándolo libremente para alcanzar los objetivos políticos personalistas.
Hoy desgraciadamente, nuestra patria está convertida en la provincia más saqueada y humillada de los hermanos Castro, dos dictadores con ambiciones desmedidas quienes, en componenda con pequeños grupos de militares traidores a la patria, manejan con gran habilidad la manipulación y la ruindad para alcanzar su obsesivo sueño de conquistar el mundo, al mejor estilo de las comiquitas infantiles (PInky y Cerebro).
El pueblo venezolano, después de 17 años de sometimiento y dominio cubano desde el 6 de diciembre inició el camino hacia el cambio irreversible. Así confiado y lleno de esperanzas por los cambios que ya se ven venir, sigo aquí dando la pelea con lo único que me queda MI PLUMA y MI PALABRA.
José Gregorio Briceño Torrealba