Deutsche Welle habló con Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, detenida transitoriamente horas antes de la llegada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Cuba.
La oposición cubana reportó el arresto de hasta 180 activistas durante los últimos días en el marco de la visita a Cuba del presidente estadounidense, Barack Obama. Los opositores fueron detenidos el domingo en La Habana durante una protesta de las Damas de Blanco.
DW: Usted fue arrestada transitoriamente horas antes de la llegada del presidente Barack Obama a La Habana. ¿Cuál es su situación actual?
Berta Soler: Fui arrestada el domingo junto a unos 70 activistas de derechos humanos, entre ellos Leonardo Blanco, en la Tercera Avenida. Fui detenida nueve horas y liberada. Y antes de liberarme me amenazaron con que ni hoy lunes ni mañana martes iba a poder salir de mi casa, puesto que iba a tener un operativo y no me iban a dejar salir. De hecho, yo estoy en la sede (de las Damas de Blanco). Sobre las 11 de la noche nos dimos cuenta de que estaba la vigilancia ahí y como mi casa no es calabozo ni la sede tampoco, y estamos con una convocatoria lunes y martes a las 11 de la mañana, nosotros vamos a salir a ejercer nuestras libertades. Eso es lo que está sucediendo en este momento.
Usted ha sido invitada a asistir mañana a un encuentro con el presidente Barack Obama. ¿Va a asistir? ¿Qué le va a decir?
Sí, bueno, voy a salir porque mi casa no es un calabozo. Le diría que llegó en un mal momento a Cuba, que no hay avances en materia de derechos humanos porque él expresó que llegaría a Cuba si existía avances en esa materia. Le diría que es hora de que se pronuncie con energía y condene al Gobierno cubano, que le exija que cese la represión y dé una amnistía general a los presos políticos. Y que cuando se hace negocios hay que condicionar a ambas partes. Vemos que el gobierno cubano ahora lo condiciona y lo excede, pero que él no pone condiciones.
¿Qué análisis hace hasta ahora de la visita?
Primeramente, es histórico para el Gobierno cubano y no para el pueblo de Cuba. Aquí nada cambió y nada va a cambiar con la visita del presidente Barack Obama, puesto que ha llegado a una Cuba represiva y se va de una Cuba represiva. La otra lección, lo otro que me puedo dar cuenta, es que aunque esté en Cuba dice y vuelve a decir el Gobierno cubano que no quiere injerencia extranjera y que éste es un gobierno soberano. Realmente la soberanía de Cuba somos nosotros los cubanos. Y pudimos ver que el presidente Raúl Castro no fue a recibir al presidente Barack Obama después de 88 años de que entrara por primera vez un presidente de Estados Unidos. A pesar de restablecerse las relaciones no fue a recibirlo al aeropuerto. Ahí está la muestra de que con los dictadores no se puede tener relaciones y mucho menos hacer negocios.