En algún momento, todas hemos soñado con encontrar a nuestro príncipe azul. Y una vez que conocemos lo que es estar enamorada, simplemente no queremos dejar de sentirlo. Sin embargo, aunque todos pinten el amor como lo más maravilloso, si no tenemos claras algunas premisas importantes, también puede volverse nocivo, publica El Comercio.
Enamorarse es un constante cambio emocional que, en el fondo, nos hace sentirnos vivas. Pero siempre hay que recordar que, no importa lo mucho que queramos entregarnos a la otra persona, siempre hay que priorizar nuestro bienestar.
¿De verdad es tan malo el amor? Te damos cinco ejemplos para pensarlo a continuación, pero todo depende de ti y tu forma de incorporarlo en tu vida.
1. Te desconectas del mundo
Dejas de salir con tus amigos, estás horas prendida del teléfono, no puedes concentrarte en el trabajo. Sí, esos son los “síntomas” de estar enamorada y puede que no te des cuenta pero podrían aislarte del mundo que te rodea. Una relación es parte importante de tu vida, no el centro de ella.
2. Puedes llegar a sacrificar lo que en verdad quieres
Aunque no es lo ideal, nunca faltan las mujeres que prefieren dejar de lado sus sueños y metas a pedido de sus parejas o para “hacerlos felices”. Si te encuentras en la etapa inicial de una relación donde todo parece salido de un cuento de hadas, recuerda la importancia de la independencia para ambos y de trabajar en conjunto para alcanzar eso que tanto quieren.
3. Corres el riesgo de tener el corazón roto
Todas queremos que el amor dure para siempre; sin embargo, es algo que no pasa muy a menudo. Puede ser hermoso y, al mismo tiempo, una bomba que nos puede romper el corazón cuando termina. Lo mejor es disfrutar cada momento en una relación pues no sabemos cuánto durará realmente.
4. Tus amigos pueden empezar a aburrirse
Tus amigos pueden ser muy pacientes y escucharte cada vez que lo necesites, pero tampoco hay que atosigarlos con historias de lo hermoso que es tu novio y de lo lindo que es vivir enamorada. Tal vez no te lo digan, pero puede ser que solo quieran salir corriendo.
5. Tus emociones están en una constante montaña rusa
Enamorarte pone tus emociones al límite y a flor de piel: pasas de llorar a estar feliz en un abrir y cerrar de ojos, te enojas por pequeñas cositas y todo te parece más hermoso que antes. Sentir es lo que nos hace sentir vivas, pero hacerlo en exceso podría traer problemas como exagerar demasiado en tus reacciones o estresarte demasiado.