Google rindió homenaje a la precursora del libro electrónico

Google rindió homenaje a la precursora del libro electrónico

doodle


Google dedicó hoy uno de sus “doodles” a la maestra española Ángela Ruiz Robles, escritora e inventora considerada como la precursora del libro electrónico, cuando se cumplen 121 años de su nacimiento.

EFE

Ruiz Robles, que nació en Villamanín (León, norte de España) en 1895 y murió en Ferrol (La Coruña, noroeste) en 1975, realizó entre 1944 y 1949 varios proyectos totalmente innovadores para su época por los que obtuvo un gran reconocimiento.

Así, en 1944 fue la autora del atlas científico-gramatical, cuya finalidad era la de dar a conocer España con gramática, sintaxis, morfología, ortografía y fonética.

Después desarrolló la máquina taquimecanográfica y en 1949 la enciclopedia mecánica, construida en el Parque de Artillería de Ferrol (La Coruña), donde ella misma dirigió los trabajos.

La enciclopedia mecánica, que está considerada la precursora del libro electrónico, constaba de varias partes, en una de las cuales llevaba una serie de abecedarios automáticos en todos los idiomas.

Con una ligera presión sobre un pulsador se presentaban las letras que se deseaban, formando palabras, frases, lección o tema y toda clase de escritos.

A la derecha de la parte superior de los abecedarios había una bobina con toda clase de dibujos lineales, y en la de la izquierda otra con dibujo de adorno y figura.

Finalmente, en la parte inferior de los abecedarios se colocó un plástico para escribir, operar o dibujar.

Asimismo, la enciclopedia tenía la posibilidad de colocar los libros que se deseaba leer en cualquier idioma y, por el movimiento de unas bobinas, iban pasando todos los temas, haciendo las paradas que se quisiera.

Las bobinas eran automáticas y podían desplazarse del estuche de la enciclopedia y extenderse, con lo que quedaba toda la asignatura a la vista.

Todas las piezas se podían intercambiar y una vez cerrado el libro quedaba del tamaño de un volumen corriente y de fácil manejo.

Para autores y editores, el coste de sus obras se aminoraba considerablemente por no necesitar ni pasta ni encuadernado y el ejemplar quedaba impreso en apenas una tirada.

La enciclopedia mecánica era necesaria, según palabras de Ángela Ruiz Robles, para “aligerar” el peso de las carteras de los alumnos.

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