La violencia de pandillas en partes de Centroamérica ha creado una crisis de refugiados que recuerda a la de la década de 1980, cuando guerras forzaron a un gran número de personas a huir de sus países de origen, dijo el martes la agencia de refugiados de Naciones Unidas.
Decenas de miles de refugiados de El Salvador, Honduras y Guatemala -llamado algunas veces el Triángulo Norte de Centroamérica- han migrado a países vecinos y a Estados Unidos, donde la inmigración es un tema clave en las elecciones presidenciales de este año.
“El número de personas que escapan de la violencia en Centroamérica -buena parte de ella vinculada a pandillas- ha aumentado a niveles vistos por última vez en la década de 1980, periodo en el que la región fue azotada por conflictos armados”, dijo en una conferencia de prensa Adrian Edwards, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“Las cifras son impactantes”, agregó.
Estados Unidos sigue siendo el país que recibe más solicitudes de asilo desde las naciones del Triángulo Norte, y la cifra se duplicó en 2015 frente a 2014, según sugieren datos preliminares, dijo ACNUR, sin revelar una cifra total.
El aspirante a la candidatura republicana Donald Trump intentará forzar a México a pagar por la construcción de un muro en la frontera con Estados Unidos mediante el bloque de remesas de los inmigrantes que viven en ese país, dijo el martes su campaña.
Unas 3.423 personas, la mayoría procedente de El Salvador y Honduras, buscaron asilo en México en 2015, un alza de 65 por ciento, afirmó Edwards. En Costa Rica fueron registradas 2.203 solicitudes de asilo el año pasado, mientras que en Belice buscaron asilo 633 personas, diez veces más que en 2014. Nicaragua y Panamá registraron incrementos similares.
“La violencia y persecución a gran escala en manos de actores criminales armados se han convertido ahora, junto con la pobreza y el desempleo, en los principales motores de los flujos de refugiados e inmigrantes desde el Triángulo Norte”, sostuvo Edwards. Reuters