El usuario de YouTube Adrian Isén decidió llevar a cabo un llamativo experimento que involucraba a dos smartphones de alta gama en una situación bastante inusual: fueron sumergidos en Coca-Cola. Los teléfonos en cuestión son un Galaxy S7 Edge y un iPhone 6S Plus.
Pese a que lo mencionado anteriormente es de por sí bastante extraño, el autor del video de YouTube decidió congelar los equipos sumergidos en la bebida carbonatada. Lo que buscaba era poner a prueba la resistencia de los equipos aprovechando que se promocionaban como resistentes al agua y los líquidos.
Un aspecto bastante interesante del material es que ambos equipos son sumergidos en el líquido estando encendidos. La prueba era bastante exigente pues existía la posibilidad de que la Coca-Cola tenga efectos corrosivos en los dispositivos.
Luego de ser puestos en un refrigerador dentro de recipientes sellados, los celulares son retirados y se procede a descongelar la gaseosa. El video de YouTube muestra que el modelo de Samsung no parece haber sufrido cambios y se encuentra en perfectas condiciones.
En el caso del iPhone, este se muestra apagado y es por ello que el autor del material decide cargarlo para comprobar que si esto se debía al agotamiento de la batería. Al final resulta que, efectivamente, la energía del equipo de Apple se había agotado y al ser conectado a la corriente, el teléfono funcionó perfectamente.