Qué sencillo es reseñar el extracto de su llegada al mundo por la autoridad. Todos los seres en la sociedad actual tienen una constancia legal de nacimiento. Este dato es emitido por la oficina del lugar donde ocurre el alumbramiento y su trámite es sencillo ya que los requisitos exigidos para inscribir al nuevo ciudadano en Venezuela se fundamentan en la credibilidad que le inspira lo declarado por los presentantes como sus progenitores, acompañado del certificado de asistencia en el parto.
La ordenanza municipal civil en orden cronológico da constancia de su presentación, no pudiendo ser fácilmente sustituido por otro ya que en los folios presentados constan otras diligencias en el mismo sentido.
Por cuanto el tema es conocer fehacientemente el contenido de dicho escrito y siendo este público de libre acceso para cualquier persona, nos preguntamos cómo es que tantos residentes están detrás de tal impreso y no han podido ubicarlo. Es de observar que una copia del mismo está en el registro principal de la jurisdicción respectiva.
Algo tan sencillo como mostrar Maduro Moros desde el primer momento el testigo físico; no acontece.
Sin embargo, una vez pasados los días sin mostrar la respectiva identificación inicial, las dudas aumentan hasta al punto de correr especies informales acerca de la verdadera identidad del mandatario de turno.
Una vez más se escuchan voces estudiosas de la ausente constancia afirmar que Nicolás Maduro es colombiano, nacido en el departamento de Santander, y hasta muestran vecinos que aseguran a los medios de comunicación haber convivido con el niño en Cúcuta, ciudad fronteriza con el estado Táchira.
Si el cuestionado tiene aprehensiones para dar constancia permanente de ser venezolano por nacimiento sin otra nacionalidad conforme rezan los artículos 41 y 227 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; bien pueden los parroquianos pensar que el jefe del ejecutivo ejerce la primera magistratura venezolana ilegalmente. Si no, que demuestre lo contrario con partida de nacimiento auditable en mano.
El exdiputado por el estado andino de Táchira Walter Márquez realizó extensiva investigación y aun sin poder conseguir la partida de instrucción inicial de Maduro, ubicó elementos sobre su progenitora que arrojan serios indicios que Maduro Moros tiene otra nacionalidad.
De poder ubicar las pruebas requeridas para lo cual muchos expertos trabajan, faltará la voluntad política para salir del usurpador. De ser así no habrá necesidad de recurrir a un proceso de referéndum revocatorio.
Este procedimiento, el referéndum revocatorio, es la herramienta prevista en la Constitución para retirar el mandato conferido en las urnas en las elecciones presidenciales.
Para ello llevarse a cabo se requiere de la presentación inicial del 1% del registro electoral permanente, para luego sumarles las rúbricas el 20% del padrón electoral. Debo destacar: para que la decisión adoptada en el acto sea vinculante deberá ser respaldada por la mitad más uno de los votos que le confirieron la administración y mando de la función.
Ambas indagaciones continúan adelante estratégicamente en paralelo. De no darse la primera opción estaría avanzando significativamente la solicitud de referéndum revocatorio de la Mesa de la Unidad Democrática dentro de los lapsos conferidos por la ley y a ser aplicado al cumplirse a partir de la mitad del período para el cual fue electo el oficial.
En Venezuela los nubarrones de un enfrentamiento intestino truenan con mayor fuerza cada día que pasa.
El dirigente expresidente de la central patronal venezolana Carlos Fernández expresa ante una posible conflagración: “Se deben agotar todos los recursos para salir de Maduro por ejercer ilegalmente la presidencia de la república. Con el referéndum revocatorio, por el tiempo que lleva su implementación y logro final, el gobierno estaría comprando tiempo para implementar estrategias que le permitan mantenerse por cualquier excusa en el poder”.
Retornar a la democracia es un reto que deben apoyar todos los seres libres, sin distingo de pensamientos. Hoy es Venezuela; mañana puede ser su patria, estimado lector. Los comunistas no tienen respeto ni por la paz de los sepulcros.
Director de Venenoticias.