La Corte de Apelaciones de Nueva York confirmó el miércoles una orden judicial que permite a Argentina volver a los mercados financieros y avanzar en el pago a los fondos que le ganaron un juicio por deuda en default desde 2001.
Mariano Andrade / AFP
El panel de tres jueces tomó la decisión en respuesta a una apelación presentada por los acreedores de Argentina tras una audiencia de cerca de una hora y media en los tribunales federales del sur de Manhattan, constató la AFP.
“Confirmamos la decisión del tribunal de primera instancia”, dijo el magistrado Christopher Droney, en referencia a la orden del juez Thomas Griesa del 2 de marzo en la que levantó bajo condiciones medidas contra Argentina que le impedían pagar a bonistas que entraron en sus canjes de deuda de 2005 y 2010, así como acceder a los mercados financieros internacionales.
La decisión busca facilitar que el país avance en su oferta lanzada en febrero y aceptada ya por el 90% de los demandantes que no habían aprobado esas reestructuraciones y recurrieron a la justicia para exigir el pago completo de los títulos en default.
La crucial audiencia tuvo lugar un día antes del vencimiento el 14 de abril del plazo fijado entre Argentina y los principales acreedores, los fondos “buitre” NML Capital y Aurelius, para pagarles 4.653 millones de dólares a cambio de cerrar las demandas judiciales.
Al respecto, el abogado de NML, Matthew McGill, afirmó ante la Corte de Apelaciones que el preacuerdo con Argentina seguirá en pie más allá del jueves, si bien ambas partes admitieron que el pago en 24 horas será imposible.
“No pensamos terminarlo mañana”, dijo, luego de que el abogado de Argentina, Paul Clement, señalase que el país no sería capaz de “recaudar capitales en una noche”.
El gobierno del presidente de centroderecha Mauricio Macri ha alcanzado preacuerdos por unos 8.250 millones de dólares, el último de ellos por 255 millones con el fondo Yellow Crane Holdings según anunció el martes el mediador judicial Dan Pollack, a cargo de las negociaciones en Nueva York.
Pedido de decisión rápida
El lunes, la administración Macri había pedido en una carta a la Cámara de Apelaciones una rápida decisión sobre la cuestión, tras el giro de 180 grados que adoptó al asumir en diciembre pasado tras años de posición beligerante del anterior gobierno de centroizquierda de Cristina Kirchner.
Tras escuchar los argumentos de ocho partes involucradas, los jueces adoptaron la inusual decisión de expedirse en el momento tras un breve cuarto intermedio.
En su orden del 2 de marzo, Griesa exigió como condición que Argentina derogase las leyes que impedían un acuerdo con los fondos querellantes que no entraron en sus canjes de deuda aceptados por 93% de los bonistas, algo que el Congreso de ese país cumplió el 31 de marzo.
También requirió que se pague a todos los acreedores judiciales con los que se haya llegado a un preacuerdo hasta el 29 de febrero.
El gobierno de Macri ya obtuvo autorización parlamentaria para endeudarse hasta unos 12.500 millones de dólares, una de las mayores emisiones de un país en desarrollo desde 1996.
En la Cámara de Apelaciones de Nueva York, Argentina recibió el respaldo del gobierno de Estados Unidos, a través de una presentación como Amicus Curiae del fiscal federal del distrito sur de Manhattan, Preet Bharara.
En su escrito, Bharara señaló que no levantar el bloqueo de fondos para el pago a bonistas reestructurados, tendría “graves consecuencias para la economía argentina y para los intereses de Estados Unidos en la región”.