El pesimismo sobre el crecimiento económico de América Latina aumentó, lo que sugiere que una reciente mejora en la confianza del mercado todavía no ha logrado modificar las perspectivas para una región sofocada por la creciente deuda y la inestabilidad política, reveló el jueves un sondeo de Reuters.
Latinoamérica, golpeada ampliamente por el desplome de los precios de las materias primas en los últimos cinco años, es sede de las dos economías en mayor recesión hoy en el mundo: Venezuela y Brasil. La inflación y las tasas de interés también han subido, en fuerte contraste con la mayoría de las demás economías, mientras las monedas locales han tocado mínimos récord.
La última rueda de recortes en las tasas de interés y compras de activos por parte de bancos centrales de economías desarrolladas ayudaron a estabilizar los precios de las materias primas en las últimas semanas, luego de un duro comienzo de año por el temor a una desaceleración más drástica en China, uno de los principales compradores de la producción latinoamericana.
Aun así, economistas de los principales bancos y firmas de investigación del mundo recortaron sus pronósticos de crecimiento para el 2016 y el 2017 en toda América Latina en este último sondeo trimestral.
Entre las siete economías más grandes de la región, sólo Perú -el país de más rápida expansión en América Latina- registró un incremento en la mediana estimada de crecimiento para este año, comparado con el sondeo de enero. Argentina, en tanto, tuvo el único ascenso para el 2017, pero ahora se prevé una contracción este año en el país austral, según la encuesta.
El sondeo fue realizado entre el 7 y el 12 de abril y cubrió a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela.
“Si se sostiene, el reciente repunte en las materias primas y los flujos de capital relacionados podrían ayudar a las complicadas economías emergentes. No obstante, los fundamentos, sobre todo el pronóstico para China, no parecen respaldar tal escenario”, dijo Christian Keller, jefe de investigación económica de Barclays, en una presentación.
La economía de Brasil se contraería fuertemente por segundo año consecutivo en 2016 -un 3,7 por ciento-, en lo que se proyecta como su peor recesión en más de un siglo. Cuando los datos oficiales confirmaron el declive del 3,8 por ciento en 2015, Goldman Sachs dijo que el país estaba al borde de una indiscutida depresión.
México, la segunda economía más grande de la región, crecería un 2,4 por ciento en 2016, por debajo de la estimación del 2,8 por ciento registrada en el sondeo previo.
Aunque la economía mexicana es menos dependiente de las exportaciones de materias primas, los ingresos petroleros han financiado casi un tercio del presupuesto federal, por lo que la caída de los precios del crudo ha dejado al Gobierno con pocas opciones, salvo un recorte del gasto en un 0,7 por ciento del producto interno bruto.
“La caída en los precios de las materias primas pesó en las finanzas públicas y en la inflación, poniendo en riesgo cualquier iniciativa contracíclica por parte de los gobiernos y los bancos centrales”, dijo Felipe França, economista del brasileño Banco Bradesco, en un reporte.
Riesgo político
El menor crecimiento económico y la mayor inflación han alentado el descontento popular a lo largo de la región, dando impulso a los partidos opositores e incluso generando la amenaza de un final anticipado del mandato de la presidenta Dilma Rousseff en Brasil.
En Argentina, el presidente Mauricio Macri ha buscado restablecer la confianza del mercado desarticulando varias políticas intervencionistas puestas en práctica por su antecesora, Cristina Fernández. Pero las medidas de austeridad probablemente llevarán a una caída del 0,7 por ciento en el PIB del 2016, mostró el sondeo.
Las proyecciones apuntan a que Colombia crecerá un 2,5 por ciento en 2016, mientras que Chile se expandiría un 1,8 por ciento. La economía de Venezuela, un importante exportador de crudo que padece una severa hiperinflación y crisis energética, se desplomaría un 6,2 por ciento este año.
Perú, que está camino a convertirse en el segundo mayor productor de cobre del mundo aunque todavía está muy poco desarrollado fuera de sus principales ciudades, es el único punto destacado de la región, con una proyección de expansión del 3,7 por ciento en 2016.
El modelo de libre mercado establecido en el país andino hace 25 años se mantendría más allá del resultado de un balotaje en la elección presidencial que se llevará a cabo en junio.
(Reporte adicional de Sarmista Sen y Miguel Gutierrez en Ciudad de México, Nelson Bocanegra en Bogotá, Ursula Scollo en Lima, Felipe Iturrieta y Anthony Esposito en Santiago, Hernán Nessi en Buenos Aires; Editado en español por Ana Laura Mitidieri)