“El régimen avanza en el proceso para destruir la autoestima del ciudadano”. La afirmación es de Franco Casella Diputado por el estado Miranda y Coordinador Nacional Político del partido Vente Venezuela.
En opinión de Casella, Maduro y su grupo han decretado una guerra emocional. “Basta con observar con atención en medio de las colas los rostros de los venezolanos, llenos de indignación, desconcierto pero totalmente a la defensiva, protegiéndose y activado en ´modo de superviviente de un reallity televisivo´ en la selva”, afirma.
Nota de prensa
Según el diputado de Vente Venezuela esta: “indignación y molestia de la humillante pérdida de tiempo, se ve sofocada por la alegría de conseguir un poco de comida. Esto genera una breve sensación de ser competente como proveedor en el hogar, pero sin duda estamos ante un ciclo depresivo, pues al llegar a la casa y entender ¿cuánto dinero nos queda? Y ¿cuánto cuesta todo en comparación a hace apenas unos días?, un mal sabor regresa de forma desconsoladora”.
El parlamentario de Vente Venezuela atribuye esta estrategia a un modelo planificado por el G2 Cubano: “ellos tienen como mayor finalidad, desmovilizar al ciudadano, contener cualquier manifestación de protesta, y reforzar la resignación y el conformismo”.
En este análisis sobre el estado emocional del venezolano Casella no duda en sugerir que: “debemos rebelarnos, antes que nada contra nosotros mismos, haciéndonos preguntas poderosas, capaces de llevarnos a recordar la normalidad, nuestro valor y despertar las ganas de alcanzar la prosperidad mediante el trabajo”.
Como consejo el diputado recomienda que cada ciudadano se llene de esperanza pero reconozca su realidad. “Hay que tener claro que nos vienen tiempos de reconstrucción donde la voluntad, el conocimiento y los valores serán determinantes, pero honestamente.“Sin Valor no hay cambio”, puntualizó.
Las preguntas que hay que hacerse.
El parlamentario de Vente Venezuela propone algunas preguntas que en su opinión deberían hacerse los venezolanos para fortalecerse anímicamente:
¿Cómo puede prosperar mi vida, si me veo obligado a hacer estas colas, para comprar con mi dinero los alimentos?
¿Hasta dónde voy a aguantar estas humillaciones?
¿Puedo generar cambios mientras estoy paralizado?
¿Qué gano quedándome: callado, conforme, quieto, en verdad ha mejorado mi situación?
¿Quiero que mi vida sea así para siempre, en cola, con miedo y tristeza?
¿El país va a cambiar solo?
¿Cuál es mi deber como venezolano para entregarles a mis nietos una vida próspera?
¿Se puede alcanzar la felicidad con este modelo político?
“Yo quiero invitar a todos nuestros hermanos a reafirmar su cualidades positivas, a despertar, no basta con un voto y delegar en nosotros los políticos las soluciones. Se trata de todos, se trata de tú vida, de nuestro futuro, de nada sirve hacernos la vista gorda ante lo que está mal, podemos cambiar, crecer, florecer y prosperar. Nada es más peligroso que sentirnos derrotados antes de haber luchado y nunca es suficiente si la recompensa lo vale”, expresó Casella.