La capacidad de compra del venezolano es devorada por la infl ación. @EnriqueVasquez tiene su testimonio: “el carro (Explorer) de mi familia costo 1.5 millones en 2013, hoy 1.5 es el valor de los cauchos”. Vásquez cifra sus esperanzas adquisitivas en un posible aumento salarial el 1 de mayo. De acuerdo con el economista Gustavo Machado, “un aumento de un 50% o un 60 % pudiera ser plausible para el gobierno, tomando en cuenta la alta inflación del 2015 y que se ha acelerado en el 2016”.
El catedrático recomienda que el incremento salarial esté acompañado de tres medidas fundamentales que permitirían rebajar la inflación: “Primero, que el Gobierno deje de financiar a las empresas estatales. Segundo, rebajar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y tercero, la intervención directa del Gobierno en el mercado paralelo para que con una mayor oferta de dólares, logre una rebaja sustancial en ese mercado”.
Machado considera que el tema de fondo es que “más allá de la cifra que se coloque, mientras el Banco Central de Venezuela siga emitiendo dinero, en la magnitud como lo ha venido haciendo, lamentablemente no habrá un aumento de sueldo que se transforme en un mayor poder adquisitivo para los consumidores”.
Explicó que con un simple aumento de salarios, por muy importante que sea, no se resolvería el tema del poder adquisitivo. Tiene que ser complementado con otras medidas como las mencionadas que permitirían tener un impacto sobre el descenso de la inflación, para que este aumento de salario no se convierta en sal y agua.
Para Carlos Añez González, economista, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad del Zulia (LUZ), el salario mínimo debería estimarse en 100 mil bolívares mensuales, incluyendo cesta ticket y otros bonos. “Pero obviamente no se va a llegar a eso. Pienso que más del 30% no creo que sería. El Gobierno tampoco tiene ingresos como para pagar un salario mínimo aceptable”, aseguró.
Añez González cree que los incrementos de salario nominal son inefectivos. Es simplemente mayor cantidad de dinero en manos de la familia, mientras que la inflación y la especulación acaban con el poder adquisitivo del salario, dijo.
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