Carta abierta a Bernardo Álvarez Herrera, Embajador de Venezuela ante la OEA de sus ex compañeros de La salle.
¡Epa Bernardo!
Somos un grupo de lasallistas confundidos o engañados, quizás algo faltos de madurez o de experiencia, pero en todo caso, aún adolescentes en nuestra ingenuidad, reunidos aquí gracias a la cibernética, con el alma en alpargatas, como cuando tú vivías en Carora, dedos rascando nuestro mentón, como cualquier paciente de hospital (o clínica) esperando medicinas, sumidos en una y única pregunta…
¿Qué te pasó a ti, Loco Álvarez?
Mira que todos sabemos que hay gente que no pertenece a la superficie terrenal, y además, comprendemos que no cualquier ser humano está llamado a elevarse por encima de ella como Gandhi, Juan Pablo o la Madre Teresa. Pero, ¿te era tan indispensable separarte de la gente de a pie e ignorar y negar las verdades más evidentes de la tragedia que vive nuestro país?
Chico, ¿no te da vergüenza con quienes estudiamos contigo?, ¿no te da lástima con los venezolanos cuya miseria y muerte ignoras? ¿Desde tu confortable sede en Washington DC, no te preguntas cuántos niños murieron hoy en ese país que te mantiene allá en El Imperio gracias a tu obsecuencia?
¿Qué diría el Dr. Homero Álvarez, pediatra y puericultor de los mejores que jamás haya tenido esta Tierra de Gracia, sabiendo que los pacientes ingresados en el Hospital de Niños “J.M de Los Ríos” carecen de una nutrición mínimamente adecuada, por no hablar de medicamentos o insumos?, ¿negaría que su situación configura una real emergencia humanitaria? Tan solo si pudiera hablarte, y si tus oídos llenos de ruido te permitieran escucharlo. Qué ironía, ¿verdad? Él vivió salvando niños…, y tú, ¿cómo lo haces?
Mira vale, aún estás a tiempo de hacer aquello para lo que fuiste formado en tu hogar, en tus colegios y en la universidad. El cambio que reclama Venezuela ha empezado en las raíces de este pueblo triste, engañado, humillado y desesperado. La toma de conciencia de ustedes, quienes azotan a nuestro país, puede empezar por ti, ten el valor de decir “ya basta” y echa mano de tus principios. Y seamos claros vale, no te estamos implorando que actúes según las directrices de nadie, solo te pedimos que actúes según las tuyas, más allá de todo compromiso, y atendiendo a tu ética; con el honor que seguro estamos sigue vivo dentro de ti y que ha de demandártelo día y noche, entonces, ¿cómo haces para no escucharlo?
Sé valiente una vez y simplemente toma un computador y contéstanos, dinos que hay medicinas para los enfermos, que hay alimentos, que los proyectos de tus antepasados florecen en los campos de nuestra patria, y si así lo crees y confirmas, pues nos olvidamos de ese quien alguna vez pensamos que eras.
COMPAÑERO CEDULA
Miguel Cicenia 2.765.928
Guillermo González 2.765.937
Pedro Fernandes 2.765.942
Carlos Carmona 2.765.946
Manuel Carames 2.765.959
Alberto Guinand 2.765.972
Román Zabala 2.765.974
Johnny Rodríguez Reggeti 2.765.984
Fouad Sayegh 2.765.989
Julio Brillenbourg 2.766.004
Rafael Jaén 2.766.005
Carlos Pérez Rivera 2.766.008
Luis Yánez 2.766.018
Jesús Vicent 2.766.023
Elio Palacios 2.766.047
Fernando Cottin Herrera 3.980.687
Ricardo Prada 4.588.284
Oscar Urrutia 4.768.777
Felipe Rangel 4.773.913
Pedro Andrade 4.882.897