Representa una verdadera contradicción en los términos: un hermoso suicidio es difícil de concebir, desde cualquier perspectiva. Sin embargo, existe una historia detrás de la muerte de la joven Evelyn McHale, la muchacha que se arrojó al vacío desde el emblemático Edificio Empire State, en New York, evento que hoy es recordado como el suicidio más hermoso del mundo.
La trágica muerte de Evelyn McHale jamás será olvidada. La joven, nacida en 1924, se quitó la vida cuando apenas contaba 23 años de edad, lanzándose desde las alturas del piso 86 del neoyorkino Edifico Empire Estate.
Se trata de una de las edificaciones más emblemáticas de la célebre ciudad y, precisamente por ello, uno de los sitios predilectos por las personas que a lo largo de su historia han querido quitarse la vida.
Una mañana del 1 de mayo de 1947, Evelyn adquirió un boleto para acceder al mirador del rascacielos. Según manifestaron varios testigos, ella se mostraba alegre, sin rasgos distintivos que evidenciaran señal alguna de lo que, minutos más tarde, sucedería.
Una vez en el mirador, la joven simplemente saltó al vació. Tras caer más de 170 metros, se estrelló sobre el techo de una limosina, estacionada frente al edificio. El cuadro, naturalmente macabro, fue sin embargo curiosamente hermoso, al menos desde un punto de vista estético.
Aunque el techo de la limosina quedó completamente destrozado, Evelyn parecía haberse tendido delicadamente sobre él, como posando. A pesar del impacto, su cuerpo no evidenciaba siquiera un sólo rasguño y su rostro reflejaba la paz propia de un sueño plácido.
Sus pies quedaron cruzados, como una mueca, y su mano izquierda abrazaba un collar. Los testigos, transeúntes del momento, estaban tan impactados por la tragedia, como por las inverosímiles condiciones del cuadro que el cuerpo intacto de Evelyn dibujaba sobre la limosina destrozada.
Tan sólo cuatro minutos más tarde, el fotógrafo Robert Wiles capturaba la imagen para siempre, conmovido, según confesó, por la serenidad del rostro de la muchacha y su cuerpo tendido casi artísticamente. A tal punto fue así, que la revista ‘Life’ publicó la imagen con el título El suicidio más hermoso.
Para mayor misterio, Evelyn estaba comprometida, a punto de casarse. Su prometido declaró a la policía que el día anterior al suicidio se habían encontrado y todo parecía estar bien. Ni su familia, ni sus amigos podían imaginar los motivos de semejante decisión.
La explicación llegaría a través de una nota que la policía halló en un bolsillo del abrigo que vestía la joven, y que había quedado en la plataforma del mirador. En ella podía leerse: ‘Él está mucho mejor sin mí… Yo nunca seré una buena esposa para nadie’.
Vía History.com