El presidente de Argentina, Mauricio Macri, le reclamó el lunes a los empresarios ayuda para combatir la inflación, pidió clemencia para preservar los puestos de trabajo y solicitó que confíen en el país para realizar postergadas inversiones.
Reuters
Durante una exposición ante unos 100 representantes de las principales firmas que operan en la nación austral, el mandatario dijo que confía en una pronta recuperación económica de Brasil, como principal socio comercial.
“Hay algunos (de los presentes) de acá que ya pusieron primera (marcha) y otros que todavía tienen dudas”, exclamó Macri en busca de acelerar inversiones.
Macri llegó al poder en diciembre con un programa de políticas ortodoxas para reactivar la economía, golpeada tras años de escasez de divisas como consecuencia del rechazo que manifestaban los inversores internacionales por las políticas intervencionistas de la anterior gestión de centroizquierda.
Una inflación anual por arriba del 30 por ciento, según consultoras privadas, una economía estancada, profundos aumentos de tarifas tras una fuerte devaluación y despidos de trabajadores en la órbita pública y privada, ponen a Argentina en una compleja situación con reclamos y huelgas en crecimiento.
Además, ahora busca volver a los mercados internacionales de crédito tras 15 años luego de una gigantesca cesación de pagos y una prolonga disputa judicial por deuda impaga en Estados Unidos.
Macri pidió a los empresarios que “tengan cuidado con los empleos que tenemos ahora” y que “sean responsables con los precios”.
Agregó que “la manera que tienen de luchar ustedes es invirtiendo, haciendo (…) Sé que los está afectando la crisis en Brasil, pero Brasil se va a recuperar muy rápido”.
Una vez más, el presidente argentino habló de un tiempo de “transición” necesario para retomar el crecimiento de la economía, por eso la insistencia para cuidar los precios y el empleo.